El economista Esteban Kiper, integrante de la agrupación La Cámpora, fue designado ayer vicepresidente del directorio de la Casa de Moneda, una función desde la cual controlará el desembarco estatal en la ex Ciccone Calcográfica.

Tal como adelantó LA NACION en su edición del sábado, Kiper llega al cargo de la mano de su estrecho vínculo con el viceministro de Economía, Axel Kicillof.

La designación de Kiper, miembro de la Asociación de Economía para el Desarrollo de la Argentina (AEDA), cercana al kirchnerismo, se oficializó mediante el decreto 1383

2012. Lo firma la presidenta Cristina Kirchner, que anoche recibió al flamante funcionario en la residencia de Olivos.

Ya la semana pasada, el economista había recorrido la planta de la ex Ciccone, en Don Torcuato, lo que había dejado en claro entre los empleados de la empresa quién será el encargado de monitorear la producción si finalmente se aprueba el proyecto de ley de expropiación enviado al Congreso por el Poder Ejecutivo.

El Gobierno pretende quedarse con la imprenta en medio del caso judicial que tiene como imputado al vicepresidente Amado Boudou, a raíz de su vínculo directo con quien se presenta como director de la empresa, Alejandro Vandenbroele. El proyecto de ley de expropiación será debatido en el Senado mañana. La empresa ya fue intervenida, por decreto, la semana pasada.

El plan del Gobierno es que toda la impresión de billetes quede en manos de la Casa de Moneda, que incorporaría como propia la capacidad productiva de la ex Ciccone.

En la Casa de Moneda descuentan que el arribo de Kiper será el inicio de un desembarco de La Cámpora en el organismo. Por encima de él sólo quedará Katya Daura, la presidenta de la entidad, una técnica de máxima confianza de Boudou. Ella estuvo también ayer en Olivos con Cristina Kirchner.

El poder de Kicillof

Fuentes del Gobierno deslizan que el poder de Daura quedará muy recortado. "Ella responde a Boudou, el más golpeado con el caso Ciccone. Kiper viene con la venia de Kicillof a tomar las decisiones", dijo una fuente de la Casa Rosada. En el Ministerio de Economía añadieron que existía preocupación entre la gente de Daura y también entre los allegados al ministro Hernán Lorenzino (actual interventor en Ciccone).

El puesto de vicepresidente de la Casa de Moneda estaba vacante desde enero pasado, cuando renunció Juan Claudio Tristán, un ex colaborador de Boudou y de su socio José María Núñez Carmona, en la firma postal OMEX, de Mar del Plata. Se fue a presidir el Correo Argentino.

Kiper tiene pocos antecedentes ejecutivos y su actividad pública estuvo más ligada al análisis académico (aunque trabajó en el Ministerio de Economía de la Nación). De casi 31 años, es referente del Centro de Estudios Políticos de La Cámpora y vocal titular de la AEDA, que preside Matías Kulfas, actual gerente general del Banco Central

Un síndico que no conoce a los dueños

El síndico que intervino en la quiebra de la ex Ciccone declaró ayer como testigo ante la Justicia durante más de seis horas, en las que relató el trabajo que realizó en el expediente comercial y la intervención que le cupo al juzgado.

Martín Stolniker relató ante el juez Ariel Lijo bajo juramento su tarea y la de su padre, que era el síndico de la quiebra hasta su fallecimiento en su accidente automovilístico.

Stolniker explicó la tarea realizada en el juzgado comercial de Javier Cosentino desde el concurso, la quiebra y reconversión de la empresa con sus nuevos propietarios.

Stolniker, a pedido del juez comercial, pidió informes a Ciccone, y aunque no pudo saber quiénes son los verdaderos dueños de la sociedad, estableció que a mediados de este año tuvo cargas sociales impagas y una deuda con The Old Fund, la empresa controlante.

El síndico explicó que la manera en que la empresa regularizaba sus deudas con el fisco no era una decisión suya ni del juzgado, sino un resorte de los acreedores, un medio centenar, entre los cuales el principal es la AFIP.

De la declaración de ayer, dijeron allegados a las defensas que estuvieron en la testimonial, surge que Stolniker no se reunió con José María Núñez Carmona, socio del vicepresidente Amado Boudou.

Sí, en cambio, lo hizo con los directivos de la nueva Ciccone -Compañía de Valores Sudamericana- que están en la planta.

A Stolniker, los representantes de los nuevos dueños de la firma le dijeron que The Old Fund se había quedado con el 70 por ciento del paquete accionario de la ex Ciccone (el 30% restante quedó en manos de los Ciccone) y que habían aportado 47,5 millones de pesos para que siguiera en funcionamiento. Se desconoce quién puso la plata.

En ese informe también se hizo saber que el pasivo de la empresa alcanzaba a mayo pasado los 61,6 millones de pesos..