Confirman que la Argentina tendrá una nueva base permanente en la Antártida

Confirman que la Argentina tendrá una nueva base permanente en la Antártida
Es la Petrel, a 80 kilómetros al norte de Marambio, que funciona de modo temporario desde 1952. La idea es que sea un centro operativo, logístico y de abastecimiento. Los avances en las obras del Irizar y la soberanía científica.
Desde que quedó establecido el observatorio meteorológico en la Base Orcadas el 22 de febrero de 1904, la Argentina fue el único país con presencia permanente en la Antártida durante 40 años, con el objetivo depositado en la ciencia. A lo largo de las décadas se sumaron bases nacionales hasta llegar a seis permanentes. Ahora serán siete, según confirmó ayer el ministro de Defensa de Nación, Agustín Rossi, en el marco del 110º aniversario de la Argentina en el continente blanco, celebrado en la Cancillería, y que contó con la presencia del canciller, Héctor Timerman, y del ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao.

"Hemos tomado la decisión de que la base Petrel, que venía siendo operada por la Armada, pase de ser una base temporaria (NdR: desde diciembre de 1952) a una base permanente, ahora operada por el Estado Mayor Conjunto de las FF AA", apuntó Rossi, y agregó que "la base Petrel dispone de una capacidad de hangares que permitiría dejar en forma permanente los helicópteros MI 17 y, más adelante, está en planificación mejorar las pistas de aterrizaje, para conformar una pista complementaria a la de Marambio". Según pudo saber este diario, la de Petrel será casi 700 metros más larga, lo que sumado a su ubicación a más baja altura, la hace más operativa. Ubicada 80 kilómetros al norte de Marambio, en la isla Dundee, hay posibilidades de que pase a ser el centro operativo, logístico y de abastecimiento de la Antártida.

A finales de 2014-2015 puede llegar a concretarse la primera invernada. La última base permanente creada fue la Belgrano II, en 1979. La ubicación de Petrel admitiría además el emplazamiento de un muelle, incrementar las posibilidades de Ushuaia como puerta de entrada a la Antártida, y su proximidad al mar de Weddell permitiría liderar el futuro desarrollo de actividades en el área.

Rossi también informó que completaron el abastecimiento de la base Belgrano II, la más lejana que tiene la Argentina, a 4000 kilómetros de Tierra del Fuego. Sobre el rompehielos Irizar, incendiado en 2007 y reparado en el astillero Tandanor, confirmó que "la obra se encuentra con un avance del 85%, y se trata de una reconstrucción casi desde cero, en la que se ha triplicado las áreas de alojamiento de los científicos. Esperamos este año hacer las pruebas también en hielo, y así pueda estar disponible para la campaña antártica 2015-2016". La campaña actual se desarrolla en los plazos previstos "con la participación de 1500 efectivos". Timerman destacó que "los proyectos científicos vinculados a la Antártida, aumentaron en forma significativa desde el año 2003, habiéndose concretado más de 1500 publicaciones en los últimos diez años", y Barañao afirmó que "la presencia en ese continente muestra al país como una nación con soberanía científica". «

Con la UNSAM

Lino Barañao y el rector de la Universidad Nacional de San Martín, Carlos Ruta, firmaron un convenio para que en dos plantas de esa institución funcionen en seis meses laboratorios del Instituto Antártico. La idea es que todo el instituto funcione allí.

el recuerdo de leal, el primer argentino en llegar al polo sur

"La Antártida es el lugar más civilizado del planeta, te obliga ser tolerante, y por eso hay que cuidarla, como hasta ahora." A sus 95 años, el general Jorge Leal sigue apasionado por hablar de ese continente. De hecho fue el primer argentino en llegar al Polo Sur, al cabo de 45 días y 3000 kilómetros. "Sólo lo habían hecho antes los noruegos y los ingleses", recordó en diálogo con Tiempo Argentino. Leal fue el primer presidente del Cemida, y durante los '90, mientras estuvo once años al frente de la Dirección Nacional del Antártico, lideró el grupo que propugnaba por una integración latinoamericana para el continente blanco, lo que finalmente derivó en la conformación de una organización que en marzo, en la Ciudad de Buenos Aires, celebrará sus 25 años. "Como antártico y como argentino que tuvo el privilegio de trabajar en esas hermosas latitudes de la patria, no puedo más que sentirme orgulloso y desearle a la juventud que va a sacrificarse allí éxitos y buenos resultados", dice.

–¿Qué recuerda de su expedición al Polo Sur?

–El momento culminante, cuando pudimos cumplir el objetivo, para el que estábamos preparados. Y plantar nuestra bandera. Estaba previsto llegar algún día, pero no se sabía cuándo. No era fácil. Nos largamos el 26 de octubre de 1965, con vehículos, trineos y perros.

–¿Cómo piensa que serán los próximos años para la Antártida?

–Todos sabemos la importancia que tiene, es un territorio muy ambicionado, lleno de riquezas, se sabe que hay petróleo, incluso en la plataforma argentina, por eso hay que ser muy cuidadoso e inteligente. También se está llegando a comprobar que en la Antártida se origina el clima del hemisferio sur, así que es una obligación de todos los países tener como prioridad proteger su medio ambiente, mantenerlo virgen. Y cumplir con los postulados de paz, cooperación y ciencia del Tratado Antártico. Esa es la clave.

Comentá la nota