Confederaciones Rurales de San Luis se suma a la protesta convocada por la mesa de enlace

Tres entidades pertenecientes a la mesa de enlace del sector agropecuario convocaron a un paro nacional para el próximo viernes en todo el país, bajo el lema “No maten al campo”.

La jornada nacional de protesta del campo se llevará adelante con reuniones y caravanas en las rutas y pueblos del interior, y los dirigentes de la Mesa de Enlace no descartan concretar medidas más profundas, como un paro agropecuario, en agosto o setiembre.

Al anunciar la protesta, el grupo justificó que "la altísima presión impositiva, la inflación, la política de precios sugeridos, la intervención de los mercados, los ROE (permisos de exportación) y las retenciones, llevaron a una situación crítica de falta de competitividad". Advirtió que "todas estas cuestiones fueron agravadas por la política de aislamiento comercial con el resto del mundo, la falta de financiamiento, la ausencia de previsibilidad y la inseguridad que se profundizó en el interior del país".

El vicepresidente de Confederaciones Rurales de San Luis, Héctor Hugo Díaz Flores, adelantó que en la provincia la protesta se llevará a cabo de una manera que “no moleste a la gente”.

“Vamos a hacer presentación de algunos afiches, viendo la problemática de las economías regionales y de la situación del productor en general”, detalló el dirigente.

Mientras tanto, los productores sanluiseños del norte de la provincia y del Valle del Conlara continúan recuperándose de la inundación que afectó a la zona en los primeros días de marzo de este año.

“Se está trabajando, no dentro de los plazos previstos, pero se está trabajando. La destrucción ha sido muy importante. Ha habido un acercamiento del Gobierno para mitigar un poco la necesidad del productor, que no siguió y quedó mucha gente sin recursos”, indicó Díaz Flores.

El dirigente analizó como “grave” la situación que les tocó enfrentar. “Se necesitaban políticas más agresivas, más que nada para que el productor chico pudiera tener alternativas mucho más alentadoras y para el mediano créditos con tasas subsidiadas para volver a reinsertarse”, remarcó.

Algunos productores de la zona afectada por el agua recibieron entre 10 mil y 30 mil pesos de subsidios de la Provincia, pero solo pudieron mitigar en parte los efectos de las inundaciones.

“Se perdieron casi 1.200 hectáreas de papa, que son imposibles de resembrar. Hay gente que trabaja permanente en el año con la papa y son 600 o 700 trabajadores que han quedado afuera”, graficó.

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