Las conexiones de Lázaro Báez, Bahía Blanca y las facturas truchas

Las conexiones de Lázaro Báez, Bahía Blanca y las facturas truchas

El periodista del diario La Nación, Hugo Alconada Mon, explicó que el empresario K obtuvo documentos apócrifos para evadir impuestos por parte de tres grupos de firmas de nuestra ciudad. Existe una relación con Suris.

 

El diario La Nación publicó ayer una investigación que demostraría que el empresario K Lázaro Báez habría recibido facturas truchas para evadir impuestos por parte de empresas de nuestra ciudad.

Al respecto, el periodista Hugo Alconada Mon, quien estuvo al frente del trabajo, explicó en Radio Altos que se trata de tres grupos de firmas que habrían emitido los documentos apócrifos para la empresa Austral Construcciones.

El primero de los grupos responde a la familia Ficcadenti, con tres sociedades anónimas -Calvento, Grupo Penta y Cía., y Terrafari-, con una facturación irregular por al menos $ 50 millones, aunque algunos expertos estiman que podría ser más elevada.

El segundo, corresponde a una empresa real, pero que facturó servicios jamás prestados o que infló sus verdaderas prestaciones. Se trata de la Constructora Patagónica Argentina SA, de la familia Ferreyra. “Cuando dialogamos con uno de los integrantes de la familia, primero negó todo, pero al ver la documentación que le presentamos, reconoció que existían irregularidades pero culpó al Grupo Penta”, relató Alconada Mon.

El tercero de los grupos, en tanto, está conformado por la empresa Iberoamericana de Servicios SA, de la familia Pedraza, originaria de Bahía Blanca, que luego se trasladó a Santa Cruz. “Esta empresa recibió facturas truchas de las empresas de Juan Suris, y luego emitió a Austral Construcciones, de Báez”, remarcó Alconada Mon.

Vale aclarar que Radio Altos intentó hablar con integrantes de la familia Ficadentti, pero se negaron a hacerlo. “Cuando desde el diario La Nación intentamos hacerlo, nos pasó lo mismo”, remarcó Alconada Mon.

Por último, explicó que todos los datos obtenidos de estas maniobras con facturas truchas fueron extraídos de los libros contables de Austral Construcciones, cuya autenticidad fue confirmada por el propio Lázaro Báez en diciembre del año pasado, cuando el diario La Nación reveló la compra de más de 1100 habitaciones por mes, durante años, en los hoteles de la presidenta Cristina Kirchner por ocho de sus empresas.

 

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