Dos Concejos, un “lujo” que Pilar no puede permitirse

Dos Concejos, un “lujo” que Pilar no puede permitirse

El proceso de renovación de las autoridades del Concejo Deliberante, puede derivar en una situación tan inédita como descabellada: desde mañana, Pilar podría contar con dos Concejos Deliberantes, con dos conducciones simultáneas

De un lado, el cuerpo presidido por el opositor Osvaldo Pugliese, y del otro, el que encabezaría el oficialista Gustavo Trindade, constituido bajo una situación polémica y no del todo prolija desde lo técnico, más allá de las circunstancias políticas que lo engendraron.Con sus razones, mañana Pugliese puede presentarse en su sitial de trabajo, el mismo que Trindade va a reclamar, también desde mañana. Bochornoso, pero cierto.Hasta ahora, en medio de una hostilidad que no cede, ambos sectores ven como salida posible el camino de la Justicia. El laberinto judicial podría derivar en múltiples soluciones pero no hay dudas de que generaría una situación de impasse por un tiempo que nadie puede calcular. ¿Y mientras tanto? ¿Quién firma los expedientes? ¿Quién comanda las tareas legislativas? ¿Puede quedar inactivo el HCD? Las decisiones que "uno u otro Concejo” tome, ¿tendrán validez el día que la Justicia falle en favor de uno  de los sectores en pugna?En tiempos donde varias de las decisiones políticas se toman bajo el argumento de la posibilidad de generar empleo, inversiones, de atraer capitales, ¿Qué seguridad jurídica se le puede garantizar hoy a quien decida invertir o desarrollar cualquier actividad que deba ser autorizada por el HCD?Tal vez sea momento de pensar en serio en buscar una solución consensuada. Si el oficialismo cometió errores de procedimiento sería sensato que los asuma, pague el costo interno y externo y vuelva a impulsar una nueva sesión. Del otro lado, entender que los vaivenes de la política montan un escenario cambiante donde se gana y se pierde y asumir con responsabilidad "la voluntad popular”.Hay que acabar con la incertidumbre institucional lo antes posible. Pilar no puede darse ciertos lujos, como tener "dos Concejos” con sus dos presidentes. Los problemas que hoy afronta el distrito, y que se arrastran desde hace años, no admiten que se sigan dilapidando energías en disputas mezquinas. Los ciudadanos de Pilar parecen pedir a gritos ese mismo empeño, esfuerzo, trabajo, astucia y capacidad para que comiencen a resolverse los verdaderos problemas. La gente demanda consensos, no solo acuerdos. Si no, mientras tanto, los vecinos se convierten en meros espectadores que, como en una especie de tragicomedia, observan ajenos una disputa un tanto absurda y siguen a la espera de que alguien alguna vez legisle y gobierne con el objetivo de mejorarles sus condiciones de vida. 

Los ciudadanos de Pilar parecen pedir a gritos ese mismo empeño, esfuerzo, trabajo, astucia y capacidad para que comiencen a resolverse los verdaderos problemas. 

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