“Esta no es la elección de verdad, esa es la de octubre”, dicen, intentando poner paños fríos a la expectativa por los resultados del domingo. Pero mientras lo hacen se enfocan en las posibilidades que vaticinan las encuestas: que si Cambiemos contará más votos que Unidad Ciudadana, que cuántos obtendrán 1País y el randazzismo y cuáles del resto de las fuerzas superarán el piso para competir en octubre. En este escenario hay dos rings de pelea: por un lado, el del oficialismo con el cristinismo, que dirime la decisión del electorado de reafirmar el apoyo al nuevo gobierno o inclinarse por el modelo anterior; por otro, entre el massismo, el randazzismo y otros frentes, como el de los radicales disidentes, se disputan los votos para obtener el mayor número de legisladores posibles.

En la víspera, todos los sectores intensificaron las actividades: el oficialismo, enfocado en los timbreos, su modalidad favorita, para insistir con las obras de infraestructura en La Plata, Unidad Ciudadana optó por caminatas en los centros comerciales hablando de planes de apoyo para Pymes, sin olvidar los déficits en los servicios. El frente 1País también se refirió al tema económico sin dejar de lado la seguridad y el randazzismo, con dos listas, remarcó la situación de la basura y la falta de contención social.

Mientras tanto, el primer paso para el cambio de la composición legislativa, impactó de lleno en la sesión del Concejo del miércoles pasado. En medio de reuniones de fiscalización y agendas frenéticas antes del cierre de campaña, el oficialismo y la oposición intercambiaron cruces que fueron elevando la crispación hasta el punto que el cónclave quedó suspendido, sin quórum y con las bancas vacías del FpV-PJ. El Frente Renovador hizo una presencia con intermitencias y el ping pong de acusaciones entre el presente y el pasado (cuyo leitmotiv fue la República de los Niños esta vez) fue un encendido correlato de la contienda del domingo. “Usted está nerviosa porque el domingo va a perder”, le lanzó a micrófono vivo el presidente del cuerpo, Fernando Ponce, a la concejal Florencia Saintout, luego de previas y fuertes discusiones con el peronista Gabriel Bruera. Con la frase llevó a lo explícito la verdadera discusión del recinto.

¿Por qué se pugna en la cuna de ordenanzas de la Ciudad si sólo en dos frentes habrá competencia interna? Por llevar a sus frentes el mayor número de votos que marque la tendencia para la renovación de escaños en octubre. El 10 de diciembre los nuevos 12 concejales se distribuirán entre estas fuerzas y la cuestión es hacia dónde inclinará la balanza el electorado para las futuras deliberaciones de la política local. Pero, además, ese día del último mes del año se renovarán autoridades y muchos se preguntan si el actual presidente continuará en esa investidura o si el intendente, Julio Garro, apoyará también una renovación en ese lugar para ungir a otro ladero: Javier Mor Roig.

Otro tironeo cargado de tensión interna y que no tiene nada que ver con una competencia electoral es el que enfrenta a la candidata a concejal de Unidad Ciudadana Victoria Tolosa Paz con su compañera de lista para la Legislatura, Saintout. Ambas dirigentes eluden todos los compromisos posibles para no compartir actividades de campaña. Perteneciendo al mismo frente, las dirigentes sólo tienen en común su adhesión a la ex presidenta Cristina Kirchner.