Allí estuvieron el presidente del Cuerpo Ariel Ciano, el director de Cultura, Mauricio Espil, los concejales Gabriela Pasquinelli, Mario Rodríguez, Daniel Palumbo, y Carlos Aiello, el presidente de la Asociación de Residentes Armenios, Avedis Sahakian, el ex presidente, Miguel Kahatchikian, representantes de organismos de Derechos Humanos y de las Fuerzas Armadas.

En este marco, Ciano indicó que “estamos haciendo un nuevo ejercicio de memoria porque aquellos pueblos que olvidan su pasado están condenados a repetir sus errores. Y los errores, en estos casos, son verdaderas masacres”.

“Uno trata de ponerse en el contexto histórico en el que sucedieron estos hechos, trata de pensar qué puede motivar a personas para que ellos u otros tomen actitudes que generaron muerte, destierro, dolores y cicatrices que aún perduran”, dijo.

En ese sentido, manifestó que “si pensamos que fueron más de 1,5 millones los que murieron, lo más sorprendente es que los autores fueron personas comunes: no eran el diablo encarnado en un humano. Eran personas que luego de matar y torturar iban a su casa, estaban con su familia. Por eso, debemos tener presente que la posibilidad de este tipo de hechos vuelvan a suceder está presente”.

“Como todos sabemos, Hitler en algún momento en que sus generales tuvieron dudas de lo que hacían les recordó lo sucedido con los armenios y les dijo que ya nadie se acordaba de ellos, que nadie los iba a juzgar por lo que hicieran”, sostuvo y agregó que “el deber nuestro es recordar para que eso no suceda. Si mantenemos viva la memoria es difícil que ocurran estos hechos”.

Tras destacar que el acto se realiza todos los años en Mar del Plata a partir de una ordenanza impulsada por el concejal Héctor Rosso, el titular del Concejo expresó que “llama la atención que sean pocos los países que reconocen el genocidio armenio”.

Y, antes de finalizar sus palabras, recordó a la familia Abachain que reside en nuestra ciudad y “no sólo sufrió la persecución de los jóvenes turcos sino también la desaparición de uno de sus hijos durante la última dictadura militar. En esa familia debemos reconocer el sufrimiento y la esperanza porque quienes los conocemos sabemos que siempre buscaron justicia”.