El Concejo Deliberante de Juana Koslay aprobó el jueves una ordenanza sobre las áreas protegidas y usos condicionados para las sierras de la zona de la ciudad.
La superficie de las sierras centrales de San Luis comprenden parte el territorio municipal de Juana Koslay, y al ser una zona con gran potencial de captación de considerables volúmenes de agua aprovechable por precipitación, escurrimiento e infiltración. Por lo que tienen una alta permeabilidad y buena cobertura vegetal evitan la avenida rápida de corrientes, que permiten la permanencia de la humedad y funcionan como zonas de recarga acuífera que reclaman un estricto control en su utilización.
Entre los considerandos, indican que las Sierras de Juana Koslay presentan múltiples servicios ambientales y una belleza escénica que contribuyen a generar un notable incremento de la actividad inmobiliaria y turística, aumentando también la población que radica de modo permanente en la ciudad.
Este crecimiento espontáneo, originariamente se inició con el establecimiento de aquéllos que buscaban vivir en un lugar tranquilo y de particular belleza; pero posteriormente, la natural atracción que concentra esta región y el aumento de una actividad económica dinámica como lo es el desarrollo inmobiliario, hicieron que este fenómeno amerite su consideración por parte del municipio a fin de hacer un uso sustentable de los servicios ambientales que este ecosistema brinda, de acuerdo a las políticas establecidas en el Tratado de Paz entre Progreso y Medio Ambiente.
La nueva ordenanza habilita a crear dentro de la jurisdicción del municipio el "Parque Natural Sierras de Juana Koslay”, el que estará compuesto por todas aquellas zonas y/o áreas que la autoridad de aplicación estime conveniente, debiendo para ello ordenar el Catastro de dichas áreas y/o zonas.
También incluirá como parte integrante de la normativa, el Plan de Manejo de las Sierras de Juana Koslay, el que deberá ser preparado y presentado a la comunidad de Juana Koslay, para su conocimiento y debate, en 180 días.
La ordenanza forma parte complementaria del Código Urbano y Edificación, aprobado en 2012, debiendo sus articulados aplicarse en forma conjunta en todo aquello que les sea de aplicabilidad.
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