Con la ausencia de los concejales Santiago Cafiero, Fabián Brest y Aurora Bastidas, el Concejo Deliberante de San Isidro debatió y aprobó una ampliación del presupuesto 2013. El defensor del proyecto del Ejecutivo fue el concejal Pablo Fontanet quien explicó que la ampliación de 102,5 millones de pesos “corresponde al 8,2% del presupuesto en ejercicio”.

Fontanet subrayó que resulta “una buena práctica por parte del Ejecutivo municipal el hecho de que se gire al Concejo, hace a la trasparencia”, y describió el origen y destino de los fondos.

“El mayor impacto lo tienen los fondos coparticipables con 54 millones por el incremento de impuestos provinciales y nacionales. Dos millones corresponden al Fondo de Fortalecimiento Municipal. En lo que respecta al municipio la tasa de ABL estima recaudar 20 millones y la Tasa de Inspección, Comercio e Industria, otros 26 millones”, agregó.

Por otro lado subrayó que “se tuvo en cuenta los incrementos salariales de los municipales y la actividad privada, además del proceso inflacionario que vive el país”, y explicó que un 25% se destina a Recursos Humanos (aumento de sueldos y bonificación), 12% a bienes de consumo, 50% a servicios no personales, 8% a bienes de uso y 5% a transferencia.

A su turno, el primero en tener la palabra fue el concejal de “Con Vocación por San Isidro” Marcos Hilding Ohlsson, quien llamó la atención al brindar su alocución con una venda azul en sus ojos, una forma de criticar las políticas llevadas adelante por el Ejecutivo Municipal.

“Es entendible que en un contexto inflacionario haya modificaciones en el presupuesto. Sin embrago entendemos que no alcanza con estos números generales, esto es darle un cheque al Ejecutivo para que haga lo que quiera”, refutó, al tiempo que se quejó por falta de información pormenorizada respecto al destino de los fondos.

A su turno, el edil Leandro Martin del Frente para la Victoria consideró “injusto que se siga cargando en los vecinos de clase media que pagan ABL y no en los sectores de mayor riqueza”, y sostuvo que “gran parte del incremento de presupuesto se debe a los impuestos provinciales y nacionales coparticipables”.

Por último opinó que “hay que ser más responsables cuando se habla del dinero de los sanisidrenses porque en el distrito todavía hay 600 familias sin agua potable, sin tendido de gas natural, con problemas de vivienda”.

Desde el oficialismo salieron a responder los legisladores Andrés Rolón y Jorge Álvarez. El primero señaló que “los números cumplen con lo que dice la normativa en una gestión que es respaldada por el voto de los vecinos”, mientras que Álvarez en referencia a la venda de Ohlsson dijo: “no hay peor ciego que el que no quiere ver”.

“El dinero coparticipable nos corresponde y le corresponde a los vecinos de San Isidro para que vuelva en obras y servicios. Estos concejales que votan en contra de la ampliación ¿están en contra del bono y del aumento a los trabajadores municipales?”, se preguntó.

Finalmente se pasó a votar aprobándose la ordenanza por 15 votos a favor: el oficialismo más Ricardo Aragona, Florencia Longo y Fernando Pose, y cinco votos en contra: Marcos Hilding Ohlsson, Leandro Martin, Esther Fandiño, Carlos Bringas y Jacqueline Girassolli. Pablo Chamatrópulos se retiró por antes de que comience el tratamiento de ese punto.