Si bien ayer llegó el estudio de costos que solicitó el Municipio, los ediles del oficialismo se encontraban en pleno análisis del mismo para establecer el valor final del boleto. En tanto, desde la oposición aún no habían tomado contacto con el trabajo que le encargó el Concejo al Iapuco (Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos).

El concejal de la UCR, José Luis Labaroní, afirmó que “estamos explorando todas las situaciones posibles con respecto al estudio del boleto plano. Esto no se trata de ver cuánto sale el boleto, sino de ver quién financia el sistema y en qué cantidad”, recalcó.

En ese sentido, recordó que “el sistema de transporte público de la República Argentina está subsidiado en una parte por el Gobierno nacional, otra parte por el Gobierno provincial que además también recibe un subsidio al gasoil, hay otra parte que subsidia el Gobierno local y una parte que paga el usuario”.

“Nosotros tenemos una profunda preocupación por este tema, porque estamos en un momento donde se están acomodando todas las variables fiscales, lo cual ha disparado un sinnúmero de aumentos en materia energética y de costo de vida, y estamos muy atentos a esta situación”, manifestó.

Y agregó que “no sólo hemos evaluado el estudio de costos que todos los años nos manda la Cámara de Transporte, sino que también estamos analizando distintas alternativas”.

“Tandil es una ciudad que tiene 88 vehículos, y recibe casi 11 millones y medio de pesos por año de subsidios. Yo la semana pasada terminé de hacer un estudio del boleto y me arrojó 11 millones 305 mil de subsidios, y el estudio de la Cámara de Transporte no dista demasiado de eso. Estamos abocados a ver cómo financiamos el sistema”, argumentó.

Tarifa social

Y explicó que “nos hemos comunicado con el Ministerio de Transporte de Nación para hacer todas las gestiones pertinentes para ver cuáles son los requisitos formales para adherirnos a la tarifa social. Con este cambio de subsidio se va a dejar de financiar la oferta, es decir se va a dejar de financiar a la línea de colectivo para financiar la demanda, a quienes realmente más lo necesitan”.

“El Ministerio de Transporte de la Nación ha instalado la tarifa social con un 55 por ciento de descuento, sobre un grupo de empadronados entre los que se encuentran los jubilados”, sostuvo.

Y consideró que “esto en principio aplica un poco más de equidad distributiva de los recursos, cuando se deja de subsidiar la oferta y se empieza a subsidiar la demanda, a la empresa de colectivo le van a seguir pagando la tarifa que se acuerde y el subsidio lo va a recibir directamente la persona”.

“La empresa de colectivo va a seguir cobrando la tarifa acordada como si tuviera el subsidio, se genera una mayor equidad distributiva. El subsidio favorece a la clase más vulnerable. En este sentido vamos a hacer todas las gestiones pertinentes”, dijo.

Y resaltó que “hay muchos grupos que entrarían en la tarifa social. Como 8 ó 10 grupos. El ingreso a la empresa de transporte no le va a cambiar, solamente lo que va a cambiar es el destino del subsidio, que va a proteger a las clases vulnerables”.