De compañía familiar líder, a acumular deudas y entrar en default

De compañía familiar líder, a acumular deudas y entrar en default

Los orígenes de Vicentin se remontan a 1929 cuando en Avellaneda, localidad situada al norte de la provincia de Santa Fe, una familia creó esta centenaria empresa agroindustrial, sinónimo de vanguardia en la industria oleaginosa y textil en ese entonces. Además de Renova, Vicentin es dueño del frigorífico Friar, Algodón Avellaneda y Arsa (dueña de la marca de yogures y postres que le compró a Sancor), entre otros negocios.

 

Hasta antes de caer en cesación de pagos en diciembre de 2019, el holding impulsó la búsqueda de innovación para conservar su posición estratégica como el cuarto grupo más importante del mercado local de granos. Pero tras declararse en default, sus planes se frenaron. El 4 de ese mes, Vicentin anunció a sus acreedores que se encontraba en una situación de estrés financiero que no le permitiría hacerle frente a sus obligaciones, con un consecuente efecto cadena que agravió al todo el sector.

Según fuentes del mercado, la firma tuvo una caída veloz en los últimos años, lo que la llevó a la ruina. Luego de entrar en cesación de pagos, a mediados de diciembre, la sociedad cedió a su socia Renaisco B.V., controlada por Glencore Agriculture, el 16,67% de su tenencia accionaria en Renova (un tercio de su participación en esa empresa), con el fin de saldar sus deudas comerciales. Como resultado de la operación, Glencore pasó a ser accionista mayoritario, con el 66,67% de las acciones.

El 24 de enero de este año la empresa presentó un acuerdo preventivo extrajudicial (APE), que no consiguió el aval de los acreedores. Ofrecía pagarles un 20% de la deuda con un piso de u$s 30.000, dolarizarla al tipo de cambio publicado por el BNA el 4 de diciembre de 2019, sin quita, y pagar el resto en un máximo de ocho años.

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En consecuencia, el 10 de febrero la empresa solicitó su concurso preventivo y en su presentación reveló que contrajo una deuda que asciende a $ 99.345 millones. La causa cayó en el juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de Reconquista. Los acreedores son 2638 y más del 50% del pasivo corresponde al sector financiero, principalmente a la banca pública.

Entre los principales acreedores bancarios locales, se encuentra el Banco de la Nación ($ 18.182 millones, el principal acreedor), el Banco de la Provincia ($ 1814 millones), el Banco de Inversión y Comercio Exterior ($ 313 millones), el Banco Ciudad ($ 318 millones), el Banco Hipotecario ($ 752 millones), el Banco Macro ($ 653 millones), el Banco de Entre Ríos ($ 508 millones), el Banco Itaú ($ 374 millones) y el Banco de Santa Fe ($ 372 millones).

Según estos datos, el 23% de la deuda total corresponde a deuda financiera con el sector bancario nacional (con más del 88% de esa deuda con la banca pública, encabezada por el Banco Nación con acreencias por más de $ 18.000 millones, lo que representa cerca del 80% de la deuda con el sector financiero local y el 18,3% de la deuda total denunciada por Vicentin).

Con los principales acreedores internacionales la suma asciende a $ 30.153 millones, con International Finance Corporation a la cabeza ($ 16.504 millones), seguido por Netherlandese Financerings ($ 9228 millones) y ING Bank NV – Tokyo Branch ($ 4420 millones).

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