A los compañeros y vecinos de Azul:

A los compañeros y vecinos de Azul:

Desde el Frente Para la Victoria – Cristina Conducción repudiamos el vaciamiento de la política. No sólo consideramos que la política es la herramienta válida y universal para lograr la transformación de la realidad, sino que además estamos convencidos de que las banderas políticas no son sólo un color en la boleta electoral: representan los principios rectores elementales para lograr el país que queremos para nosotros y nuestros hijos.

 

Se sabe: la política no reside en las cosas que hay que hacer, ésas las conocemos todos. La política reside en el modo en el que esas cosas se hacen, en la priorización que recibe cada una, y en el precio que se paga por hacerlas. Así, apoyando a Cambiemos, Bertellys apoya los tarifazos, los despidos, el endeudamiento y la inflación galopante y la entrega del patrimonio nacional por el gobierno de Vidal y a Macri.

Desde el FPV repudiamos la decisión del intendente Bertellys de dejar de lado los valores que para llegar al cargo que ocupa hasta dijo defender. Lo hacemos porque estamos convencidos de que desvirtúa la decisión soberana de los azuleños. Su pase a las filas de Cambiemos no tiene otro significado que apoyar políticas contrarias a los intereses de la mayoría del Pueblo que lo puso en el lugar de responsabilidad que hoy ocupa. 

Esta actitud parece naturalizarse en todos los niveles de la política. La vemos también en el Concejo Deliberante, donde prima la especulación personal y acomodaticia por sobre la representación dada por un electorado que votó al Frente Para la Victoria y que debido a esto ya no tiene en el Concejo ni una sola voz que aún lo represente.

La soberana decisión del pueblo no puede ser condicionada por la gobernadora María Eugenia Vidal, ni el Intendente de Azul puede renegar del espacio político por el que llegó al poder. Lo primero sería extorsión; lo segundo, la pérdida de valores esenciales que para muchos compañeros tiene sabor a traición.

Estamos convencidos que, con una alianza con estas políticas antipopulares, excluyentes y violentas, Azul no sólo no mejorará sino que profundizará sus aspectos recesivos. Sólo se beneficiará un sector minoritario favorecido por el precio del dólar, la bicicleta financiera y la exportación de materias primas. Tal vez, también, algún paracaidista en las listas electorales. NADIE MÁS. 

Una decisión responsable debe llevar a enfrentar a los dueños del mercado que lucran con la miseria de la gente, enfrentar a los que hoy tienen en sus manos al Estado para excluir y abandonar a quienes más necesitan. Porque no sólo de obra pública vive el hombre, aunque Bertellys diga lo contrario.

El respeto por la Democracia implica aceptar las decisiones de la mayoría, y esa mayoría elige en función de propuestas canalizadas a través de partidos políticos o frentes electorales, que son coherentes con un modelo de sociedad a alcanzar. Y no todo da lo mismo. No es lo mismo una sociedad que redistribuya la riqueza en beneficio de los que menos tienen que una sociedad que permita la concentración de la riqueza en beneficio de lo que más tienen. 

Nosotros proponemos construcciones colectivas, y por ese camino transitamos. Los convocamos a que aborden esta tarea desde el lugar que sea, sumando voluntades que expresen este sentir para que, organizados, logremos acciones colectivas concretas que permitan la defensa de nuestros derechos, promuevan la participación ciudadana y fomenten la recuperación de un modelo inclusivo para todos.

Hemos transitado 12 años de conquistas sociales y ahora debemos defenderlas. Nos han quitado toda la responsabilidad y, al mismo tiempo, la tenemos toda. Con nuestros aciertos y errores, pero siempre con los mismos principios, buscamos una propuesta superadora. Una que nos permita, en conjunto con los valiosos recursos humanos azuleños, una ciudad pujante e inclusiva. 

Como nos dijo Cristina, donde los dirigentes no respondan a ustedes tomen la bandera y marchen adelante. No esperen salvadores ni mesías. A nosotros nos enseñaron a pelear contra los más fuertes, no a apretar al más débil. La política es la herramienta para cambiarle la vida a la gente, no a los dirigentes.

A nosotros nos importan las banderas, mientras que a otros sólo les interesan los abanderados. Y justamente son ellos los que hacen que la soberanía política, la independencia económica, la justicia social y la defensa de los derechos humanos estén hoy bajo ataque permanente. 

El invierno llegó, pero la primavera está a la vuelta de la esquina. Los convocamos desde hoy a sumarse y a no quedarse. No nos sacamos la camiseta, no abandonamos nuestros principios, no bajamos nuestras banderas. Tenemos conducción y tenemos el porvenir. 

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