Río Gallegos rodeada de conflictos estatales, y epicentro de los allanamientos sobre las propiedades de Lázaro Báez, fue el lugar en el que Cristina Kirchner recibió la noticia de su segunda imputación, en esta oportunidad por la denuncia que realizó la diputada Margarita Stolbizer sobre la empresa Los Sauces S.A.

A través de esa firma, Cristina construyó fuertes lazos comerciales con el empresario K. La decisión del fiscal Carlos Rívolo alcanza también a Máximo Kirchner.

Después su vuelta a la escena pública y política en Buenos Aires, la ex Presidenta volvió al descanso e intimidad familiar en Santa Cruz. En la capital de la Provincia, el ritmo fue marcado la última semana por los múltiples allanamientos que a pocas cuadras de su residencia ubicada en el Barrio Jardín, se hicieron sobre las casas familiares de Lázaro Báez.

Encerrada y sin salir de su chalet ubicado en la costanera de Río Gallegos, allí recibió la noticia de su segunda imputación en un mes la ex Presidenta. Tres camionetas Ford Ranger estacionadas sobre la calle Mascarello marcan la presencia de Cristina en su vivienda.

La anterior imputación por lavado de dinero la encontró en El Calafate, sola sin la compañía de sus hijos y a pocos días de reaparecer en la escena política, con la citación judicial para declarar en la causa que investiga la venta del dólar futuro. "Pueden imputarme, meterme presa pero nunca van a callar lo que pienso" dijo efusiva Cristina en Comodoro Py después de ser indaga por el juez Claudio Bonadío, ante una gran cantidad de militantes que fueron a acompañarla. Las noticias judiciales la pudieron nuevamente, en el centro de las noticias.

En Santa Cruz, la ex mandataria sólo visita a su hijo Máximo y actual diputado nacional, que vive en el barrio APAP, pero el movimiento fue mínimo desde que los allanamientos múltiples sobre 50 inmuebles de Báez comenzaron la semana pasada. La familia Kirchner, incluida la gobernador Alicia, eligieron una vez más el silencio sobre las complicaciones judiciales del principal socio que tuvieron los últimos doce años.

Según señalaron allegados a la familia Báez, no hubo ningún tipo de comunicación por parte de Cristina incluso desde que el empresario K quedó detenido. Todos viven a pocas cuadras de distancia pero la relación está completamente dañada, “Ahora todos nos desconocen” dijo en tono irónico un asesor del dueño de Austral Construcciones.

Ahora la Justicia los reúne en otras causa: Los Sauces S. A. es una firma de los Kirchner, dedicada al rubro inmobiliario. De sus ocho y únicas propiedades, de las del 50% los únicos inquilinos fueron Lázaro y Martín Báez.