Cómo pasan la cuarentena los mendocinos que viven en la calle

Cómo pasan la cuarentena los mendocinos que viven en la calle

Son cerca de 300 las personas que se encuentran en esa situación y todos fueron ubicados en diferentes albergues de la provincia. El 97% es de sexo masculino y sólo uno decidió abandonar la estadía.

Por: Natalia Mantineo.

Desde el viernes los argentinos deben cumplir el aislamiento social preventivo y obligatorio, medida impuesta por el Presidente de la Nación, a fin de contener el brote del coronavirus. La cuarentena implica estar en los hogares y no salir de ellos, salvo algunas excepciones, esto también corre para los sin techo que rápidamente fueron ubicados en diferentes albergues de la provincia.

“Son cinco los espacios en los que se han alojado a todos los sin techo. El 97% son hombres y están distribuidos en varios albergues ubicados en la Ciudad de Mendoza y en Blanco Encalada. Se han montado grupos reducidos de personas que son monitoreados y acompañados por personal idóneo", comentó Alejandro Verón, Subsecretario de Desarrollo Social.

La mayoría de los sin techo se encuentra en Remar y El Camino

“Hasta el momento todos están respetando el aislamiento social preventivo y obligatorio, sólo una persona decidió irse del refugio asegurando que se iba a alojar en casa de algún familiar. Lamentablemente no se puede obligar a nadie a estar en estos sitios, pero todos han sido muy cautos y han entendido la necesidad de cuidarse y cuidar al otro”, comentó Verón.

El titular de Desarrollo Social ha asegurado que la logística para que se puedan reubicar a todas las personas se montó en menos de 24 horas e incluyó el trabajo de muchas personas.

“Contingencia Social, Salud Mental y hasta las organizaciones que noche a noche les acercan comida en las plazas colaboraron para que todo se concretara perfecto. Realmente fue un gran trabajo en equipo que, hasta el momento, ha dado buenos resultados”, comentó Verón.

Se vienen días complejos

A medida que la cuarentena avanza, entran en juego temas complejos como son las adicciones.

“Hoy por hoy la situación es tranquila, pero no es un tema fácil. Tal como ocurre siempre, las personas que se alojan en los refugios no pueden beber alcohol ni drogarse y eso se respeta a rajatabla, aún en estas circunstancias. Por ello, muchos deciden no estar en los espacios y se van a la calle”, comentó Verón.

A medida que los días de encierro pasan crece la abstinencia y ya hay un equipo de Salud Mental dispuesto a trabajar con la gente. Además, durante el día se los distrae a través de diferentes actividades, como la construcción de barbijos o la producción de panes y tortas que son enviados a comedores.

“Los que se encuentran en Blanco Encalada, unos 40, aproximadamente, realizan actividades deportivas al aire libre, trabajan la tierra, en fin, hay que incentivarlos mediante diferentes tareas, de lo contrario muchos regresarán a la calle por sus problemas con las drogas y el alcohol”, dijo el titular de Desarrollo Social.

Comentá la nota