La semana termina con un tablero político local en el que la principal pieza, como si de un ajedrez se tratara, salió de posición inicial para colocarse en línea directa hacia su objetivo, la reelección. Probablemente usará ese simple movimiento como un mensaje para marcar la cancha, pero por un tiempo no hará mucho más en ese sentido. “Estoy listo” dijo Julio Garro cuando en medio de la postergada fiesta por el cumpleaños de la ciudad le preguntaron si se iba a candidatear.

“Listo”. La configuración del escenario preelectoral para el oficialismo ya está delineada y todos los actores de ese elenco se irán acomodando en las casillas vacantes en función de las necesidades del intendente. Habrá tensiones como en todo equipo, porque los grupos son muchos, los intereses también y los lugares no son infinitos, especialmente en esta cita donde la lista de legisladores se limita a los tres senadores.

Se pondrá en juego la hegemonía que han ejercido los sectores internos del PRO, muchos de los cuales tienen presencia en el gabinete municipal y las delegaciones; el rol de radicalismo como principal aliados en Cambiemos; y el de los sectores peronistas que por el momento siguen adentro del esquema oficialista. Todos golpearán las puertas de la privada en el palacio de calle 12.

En el entorno del jefe comunal aún se preguntan si su lanzamiento fue pensado de antemano o una reacción espontánea estimulada por la fiesta. Tienden a sugerir que no hay improvisación. Y que en parte pudieron tener que ver algunos sondeos que lo ubican a distancia de cualquiera de las opciones opositoras. Y con una relación entre imagen negativa y positiva que no sería todo lo malo que podría sugerir el contexto socioeconómico.

FICHA OPOSITORAS

Pero la confirmación de que Garro irá por la reelección también empieza a definir cosas en la oposición. Tal vez estrategias. Confirmar que el camino de atacar la gestión, ya emprendido, es el que se profundizará. Ahora con blanco fijo en el mandamás municipal.

Las indefiniciones en todo caso son propias, cosa natural a tanta distancia temporal del cierre de listas (si el cronograma no se altera por algún estratagema al estilo desdoblamiento, la fecha es el 22 de junio). Unidad o fragmentación es el primer dilema que deben resolver para determinar si todos o un gran un número de ellos llegarán bajo un paraguas común a las PASO. Se ha dicho hasta el cansancio que no dependerá de los candidatos locales sino de los acuerdo o desacuerdos de cúpulas nacionales y bonaerenses.

En el terreno local hay marchas y contramarchas y la convivencia se hace dura. Algunas veces parece sobreactuada. Otras veces las diferencias, en general de estilos, son indisimulables. El Concejo Deliberante, tal vez el escenario de más encuentros cotidianos, la oposición, y dentro de ella quienes pueden ser candidatos, han logrado coordinaciones que no por aisladas dejan de ser valiosas. Conviven allí dos candidatos ya lanzados, Lorena Riesgo (PJ-FpV) y el massista Luciano Sanguinetti, y una que se supone oficializará su lanzamiento -si es que no compite en otras ligas- en el momento que lo considere oportuno, la "kirchnerista pura" Victoria Tolosa Paz.

Sin embargo esa convivencia y esos pactos aislados no se han traducido aún en triunfos contra Cambiemos en alguna de las votaciones del recinto. “Por H o por V”, por ausencia de alguno de ellos, por desacuerdo de otro o por un combinación de ambas, no pudieron o no quisieron aprovechar los momentos en que con la voluntad opositora de una concejal oficialista (Florencia Rollie) pudieron haberle torcido el brazo a los 11 oficialisas puros. Habrá que ver si lo logran en algunos de los proyectos importantes que se votarán antes de fin de años.

El movimiento de la zaranda de sectores y candidatos, para terminar de definir los armados se intensificará seguramente a partir de marzo.

El otro que ya definió competir es el diputado ligado al bruerismo, Guillermo Escudero. Y quien tienen que terminar de determinar en qué momento lo hará es su compañera de fórmula en 2017, cuando ambos entraron a la Legislatura, Florencia Saintout. En su caso sí parece confirmado que participará de la contienda y por eso en el último tiempo intensificó su participación en actividades fuera del ámbito parlamentario.

En esa situación hay otro referente del massismo que sumará su nombre al de Sanguinetti. Es el ex concejal José Ramón Arteaga, quien ya está decidido y sólo espera que “sea el momento”. Como en el caso de los  otros sectores peronistas, también dependerá de los acuerdo que haga o deje de hacer el líder

Cercano a ese grupo podría aparece algún nombre ligado a las denominadas fuerzas “progresistas”, concepto con el que se emparentan a sectores como el GEN y algunas de las vertientes socialistas. No ha habido lanzamientos pero algunos nombres ya empezaron a circular en algunos ámbitos como el universitario.