¿Cómo actuar si un niño es abusado?

¿Cómo actuar si un niño es abusado?

La prevención abuso sexual infantil es crucial en la escuela y en el hogar

Hasta ahora los maestros y profesores de distintos niveles venían abordando la cuestión del abuso desde los conocimientos propios de cada uno. Se detectaba por “las actitudes, porque el niño no habla, hay demostraciones de miedo hacia algún miembro de la familia, expresiones gráficas, algunos juegos” explicó la Directora. “En esos casos hemos convocado a los papás y hemos tenido charlas, la docente con la familia, y en caso de ver que es necesario se dio la intervención del gabinete y en algunos casos se ha llegado hasta el pedido de la intervención de la justicia”.

Igualmente Rodriguez aclaró que en estos días “vamos a tener una media jornada en la que vamos a trabajar con gente del Ministerio, que está abordando este tema y está elaborando un protocolo” y remarcó que “desde el Jardín podamos fomentar la protección de nuestros niños y trabajarlo con la familia es fundamental, en todos los niveles y frente a todo tipo de abuso, de situaciones de vulnerabilidad de los chicos”.

En este sentido las licenciadas en Psicología Mariela Ramírez y Marcela Montani, integrantes del Gabinete Psicopedagógico, están a cargo del proyecto “Delito contra la Integridad Sexual en la Escuela” y están elaborando un Instructivo para abordar el tema. “A raíz de la implementación de la ley de ESI comenzamos a trabajar con docentes y ver cuáles eran sus preocupaciones” explicó la licenciada Ramírez. “El tema del abuso es una preocupación que surge constantemente, sobre qué hacer, qué no hacer; la idea fue comenzar a ordenar una cantidad de intervenciones que habían, porque estaba claro que algo se hacía, pero había que ordenarlo.”

La psicóloga explicó que además se realizaron reuniones con la Justicia “que nos convocó a todos los que teníamos relación con la infancia y con todos estas problemáticas y nos plantearon que ellos tenían un protocolo de actuación frente a esta situación e invitaban a cada institución a que tuviera el suyo, porque ellos no podían decir qué tenía que hacer Educación, Salud o Desarrollo Social”.

Para abordar este tema vinieron especialistas de Buenos Aires “y a partir de allí nosotras nos empezamos a interiorizar más y surgió la producción de un “Instructivo para el abordaje de delitos contra la integridad sexual en la escuela” que es una modalidad de intervención hacia el interior de los jardines y las escuelas”.

Por su parte la licenciada Montani indicó que “en primer lugar hay que entender que es un abuso, porque se escucha que cualquier situación es tomada como la posibilidad de que hay un abuso sexual cuando no es así. Hay etapas evolutivas en el niño que está en el descubrimiento de su sexualidad, y aparecen algunas escenas que llevan al docente a pensar que hay un niño que está siendo sometido a una situación de abuso. Una situación de abuso es cuando una persona mayor a la víctima produce un acercamiento con intenciones desde el tocamiento a la penetración del niño, o la exposición a cuestiones para las que no está preparado, como la pornografía”. 

Estar atentos y saber escuchar

Pensar en un abusador es hacerse una imagen de un ser siniestro, desagradable, que está entre las sombras. Sin embargo la licenciad Montani remarcó que “cualquier persona puede ser un abusador; no hay un perfil definido, por eso nosotros apuntamos mucho en la escuela a estar atentos a quiénes son las personas que conviven con el niño” y explicó que hay que prestar atención a los chicos “cuando hay una situación de inhibición, puede ser que el niño cambie bruscamente de conducta en la escuela, puede haber situación de agresión, pero lo más importante en la situación de abuso es cuando el niño puede develar, puede decir lo que le está ocurriendo. Cuando un niño logra decir lo que le ocurre ante una situación de maltrato o de abuso, es  ahí donde es importante la intervención del docente.”.

Por su parte la licenciada Ramírez indicó que “uno de los ejes que trabajamos es la re victimización; el niño ya fue víctima de una situación abusiva, colocado en una situación de objeto del deseo del adulto, se lo sacó del lugar de sujeto de derecho. El niño ya atravesó una situación dramática, compleja, fue víctima, por lo que tratamos que en las instituciones donde ese niño transita como escuela, salud, no vuelva a ser ubicado en ese lugar de objeto”. En este sentido la psicóloga aclaró que “a veces con el fin de ayudar, de colaborar, se lo revisa, se le pregunta, y en definitiva no se lo está protegiendo. Nuestra finalidad es que el niño no vuelva a ubicarse en ese lugar de víctima, evitando la revictimización; y esto puede suceder cuando se hace demás, es decir se lo lleva al hospital, se lo lleva a la policía, el niño debe volver a contar todo lo que vivió una y otra vez”.

La licenciada agregó que “el otro proceso de revictimización es cuando se lo silencia, decirle acá no pasó nada, fue un juego, sólo te pareció; hacerle sentir que el abuso no sucedió es otra forma de volver a victimizarlo”.

Asimismo indicó Montani que cuando un niño decide decir lo que le ocurre, “lo primero es no prometerle al niño que va a solucionar el tema solo; ellos dicen que es un secreto, que no hay que contárselo a nadie, porque les da vergüenza, porque se sienten víctimas de la situación, y por eso no hay que prometerle que esto no va a salir a la luz porque ese niño requiere ayuda inmediata. Cuando los niños deciden hablar no lo hace con cualquiera, buscan el momento y la persona a la que decírselo”.    

 

Un abordaje interdisciplinario

 

El instructivo elaborado por las psicólogas recomienda que “lo primero que hay que hacer es informar a las autoridades de las instituciones, a los equipos técnicos y convocar a la familia. El docente no puede silenciar la situación aunque el niño se lo pida, porque lo vuelve a victimizar y tampoco debe demostrarle angustia; si el docente se larga a llorar cuando el niño se lo cuenta, se va a sentir peor porque en realidad la está haciendo llorar a la seño. No hay que quedarse solo en esta situación, la Justicia está atenta a cualquier denuncia y son los que van a organizar legalmente lo que se va a llevar a cabo”.

 

En este sentido Montani aclaró que “hay que hacer una diferencia entre lo que es un abuso sexual y lo que es una violación. En el caso de la violación si se produce en el momento hay que tomar otra medida de atención, que es el cuidado de la salud, y en ese sentido el Hospital tiene protocolizado la atención que recibe una víctima de violación. En el caso de los abusos, que en general son sostenidos en el tiempo, la forma de operar es diferente”.

 

La psicóloga además señaló que “lo importante es tomar conciencia de lo que significa en un niño el ser abusado, es prácticamente un arrasamiento psíquico, es decir el niño actúa como si fuera un autómata, sea el abusador dentro del entorno familiar, o de afuera, el niño sufre un trauma. Y lamentablemente cada vez más se develan estas situaciones de abuso de niños, niñas y adolescentes. Todos los días prácticamente se reciben denuncias en nuestra provincia.

 

Se está trabajando en la conformación de un equipo interdisciplinario con Salud, Educación y Justicia para poder abordar este tema y tener algunas líneas en común, para no superponer intervenciones en las distintas instituciones, con la idea de proteger al niño, y saber qué hacen las instituciones hacia su interior y saber qué hacen las otras instituciones”.

 

Al respecto la licenciada Ramírez aclaró que “la escuela no es el lugar donde se debe develar, saber si es verdad, el docente no debe indagar en esto; el niño lo manifieste, habla de ese sufrimiento y a la escuela con eso le basta, no tiene que investigar porque a veces pasa que las instituciones se transforman en otra y descuida lo que hace la propia”.  

 

Los más pequeños y los más grandes

 

“Cuando el niño no se ha escolarizado lo más probable es que intervenga Salud” explicó la psicóloga Montani al ser consultada sobre qué pasa con el niño que no va a la escuela. “Es importante  que el niño asista al Hospital o a un centro de salud y haya un pediatra que esté atento a cierta sintomatología y realice ciertos controles; por eso es importante que haya un médico que haga toda la evolución de ese niño, el seguimiento y que obviamente detecte cualquier anomalía que indique no sólo un abuso sino también un maltrato. También puede darse cuenta el personal de los jardines maternales o un conocido o familiar entonces puede hacer una exposición en la Justicia y a partir de allí comienza todo un proceso investigativo. Lo importante es hacer la denuncia no dejar pasar, no creer que esto es algo que simplemente pasa”.

 

En el caso de adolescentes además de la ley de ESI está la de Salud Reproductiva y Procreación Responsable. “Se comenzó a trabajar en las escuelas secundarias con las consejerías para que los chicos se acerquen y puedan abordar todos estos temas relacionados con esos derechos” explicó la licenciada Ramírez. “El trabajo con adolescentes, desde la sexualidad, hay que poder pensarlo desde el armado de vínculo, no puede ir cualquiera a hablar con ellos, debe haber empatía, debe ser alguien que genere un vínculo, que tenga presencia en las instituciones, alguien que les genere confianza”.   

 

Con respecto a qué sucede después, cuando ya se hizo la denuncia, hubo un juicio y el agresor quedó detenido, la psicóloga Ramírez recomendó que “ellos tienen que poder reincorporarse a su rutina habitual, volver a los lugares habituales; no hay que otorgarle un lugar diferente, no rotularlo, porque a veces caemos en “pobre” pero no es lo más alentador para este niño o joven. Además como psicólogas y al pensar qué pasa en ese psiquismo de ese niño, de ese joven, de la familia, cuál es el impacto recomendamos terapia pero hay tiempos psíquicos, y a veces se necesita inmediatamente un abordaje psicológico y otras veces hay que esperar hasta que la persona esté dispuesta a iniciar el cambio”.

 

Desde Derechos Humanos

     

La Secretaria de Derechos Humanos de la provincia Nélida Belous aclaró que con respecto al pedido del Poder Judicial de ocuparse de una víctima de abuso, “la información nosotros la tuvimos a través de los medios periodísticos porque desde el Juzgado no nos llamaron ni se libró ningún oficio como para solicitárnoslo”.

 

La funcionaria indicó que “no obstante ello, hace más de un año que estamos trabajando con el Poder Judicial, tanto en Río Grande como en Ushuaia, en casos similares en donde hay vulneración de derechos por distintas situaciones, como violencia de género, abuso sexual y otras situaciones similares. Tenemos conformado un pequeño equipo en Río Grande, con dos abogados, una psicóloga y una asistente social a punto de recibirse”.

 

Belous explicó que “cuando un caso de esto llega a la Secretaría nosotros lo acompañamos para que siga los pasos judiciales correspondientes y cuando es un caso que ya está en proceso judicial el Poder Judicial nos anoticia y a partir de allí comenzamos a trabajar acompañando a la víctima en cuanto al asesoramiento y el conocimiento de las normas, y desde la parte psicológica con una atención inmediata por parte de nuestra psicóloga y después si necesita una terapia más prolongada se consigue un profesional de acuerdo a sus posibilidades de acceso para que tenga continuidad en la misma e incluso en las primeras instancias es acompañada por nuestro equipo a la terapia  y mantenemos un contacto con los terapistas por si se necesita algo.”. 

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