Gran victoria de los populares en Galicia donde el candidato Alberto Nuñez Feijóo aparece como principal responsable de este logro por mayoría absoluta que también beneficia, en momentos muy difíciles para el líder conservador, a Mariano Rajoy después de su doble derrota ante el Parlamento en su fallida investidura como presidente del gobierno. Feijóo gana más del 48% y 41 diputados, tres más que los necesarios.

El presidente gallego es el único que mantiene un gobierno en solitario en una comunidad autónoma. Podemos–Marea consigue la segunda posición en cantidad de votos (18,95%) pero iguala con los socialistas (17,5%) en 14 escaños. En ambas elecciones el partido que más caudal pierde es el PSOE: 133.000 votos y 11 diputados menos. En última posición queda el Bloque Nacionalista Gallego con 6 asientos.

En el País Vasco, se impone el Partido Nacionalista Vasco (PNV) y su líder, Iñigo Urkullu, que con un programa y un estilo político muy moderado logra aumentar sus escaños a 29, con lo que garantiza su gobierno. Aunque no es mayoría absoluta, el tipo especial de normas electorales vascas garantiza el ejecutivo nacionalista porque los votos en contra no se aceptan y gana el candidato con más votos.

Las urnas otorgan al PNV 29 diputados, gana dos. Segundos los nacionalistas radicales de Bildu, 17 escaños, seguidos por Podemos–Mareas con 11 representantes. En las dos últimas posiciones, el PSOE y el PP, que obtienen 9 asientos.

Han sido los peores resultados de los socialistas en Galicia y País Vasco, después de su fracaso en las dos últimas elecciones generales, donde registraron los peores niveles de su historia en la democracia. El martes próximo se reunirá el Comité Federal socialista, máxima autoridad entre Congresos, para analizar los resultados. En medio de un clima de permanente enfrentamientos que ya duran años, la dirección del PSOE tendrá que abordar en el inmediato futuro cuál es la situación de su secretario general, Pedro Sánchez, que fue candidato a la investidura aliado con los liberales de Podemos y fue categóricamente rechazado por los diputados.

Este feroz varapalo que ha sufrido el PSOE, y agrava una larga crisis que ha debilitado al máximo a los socialistas, con 137 años de vida política, centra las próximas gestiones políticas al más alto nivel en torno a las posiciones de la ejecutiva máxima del PSOE, el comité federal.

Rajoy parece harto de tantas dilaciones y el rechazo constante del PSOE a facilitar un gobierno en minoría, que será muy débil. Ha declarado que “ya esta bien”. No habrá más rondas de consultas ni piensa propiciar otra investidura sin garantías de ganar la confianza de los diputados que se la han negado con entusiasmo.

Los plazos se agotan porque el 31 de octubre se vencen los dos meses de plazo desde la investidura fallida de Rajoy, como establece el procedimiento constitucional, y las Cortes (diputados y senadores) se disuelven automáticamente.

El Rey debe convocar a elecciones generales anticipadas, las terceras en un año, que se realizarán 54 días después, en el domingo 25 de diciembre, día de Navidad. Es un disparate pensar que en esta fiesta tan profundamente asociada al cristianismo, en un país de fuertes tradiciones como España, de la fiesta familiar más importante del año, se mezclen los turrones, el cava, el besugo, los arbolitos, los renos, el trineo y Santa Claus con las urnas y los rituales electorales.

El PP, que forzó la coincidencia de fechas para aumenar la presión sobre Pedro Sánchez, ahora se echa atrás ante la posibilidad de las vilipendiadas terceras elecciones. Propone iniciar un trámite para votar el 18 de diciembre, lo que implica modificar un calendario constitucional. Ñuñez Feijóo,exultante, proclamó: “En Galicia no habrá bloqueos, ni líneas rojas ni parálisis. Galicia avanzará desde el primer día de la legislatura. Este pueblo lo que tiene es mucho ‘sentidiño’ y ese concepto lo queremos exportar al resto de España” Añadió que “Galicia es hoy una excepción en la política española y ésta se debe a que es un pueblo excepcional. Mañana es un día de trabajo para seguir reconstruyendo la ilusión de Galicia, para que sea un mejor lugar, pero sobre todo un mejor lugar para nuestros hijos. No he ganado solo sino con la ayuda de mi partido”. La autoridad de mayor nivel del PP en comentar los resultados fue la persona de confianza de Rajoy. Dolores de Cospedal dijo que “era una evidencia que el PSOE ha cosechado en Galicia y País Vasco el peor resultado de su historia. Eso merece una reflexión, todos tenemos que hacerla y algunos en una medida importante”