Comedores, con graves problemas para subsistir

Algunos cierran, otros dan de comer menos días o dan merienda en vez de cena. Es por la inflación y la mayor demanda social por el deterioro laboral.

En el comedor La Noni, de barrio Los Boulevares (Los Cortaderos), les dan una copa de leche a 350 chicos. El año pasado, eran 230. Hasta hace un mes, 50 ancianos que a veces no pueden ni caminar hasta el lugar recibían allí la cena. Por falta de fondos, desde hace un mes se tienen que conformar con una merienda.

La organización Barrios de Pie cerró sus 23 centros comunitarios hace tres semanas por falta de fondos. Allí merendaban, recibían apoyo escolar y jugaban dos mil niños y adolescentes de los sectores más vulnerables de la ciudad de Córdoba (ver aparte). Hoy están en la calle y tocan la puerta de los locales para preguntar cuándo abren.

La organización La Botellita cerró sus cuatro comedores el año pasado: unos 800 niños dejaron de recibir comida. Hoy, apenas 250 familias reciben un bolsón de comida, sin productos frescos.

El comedor La Felicidad, de barrio Patricios, solía darle la cena a 75 chicos, de lunes a viernes. El año pasado, la cena se transformó en merienda: no había para más. Hace unos meses, hubo una nueva reducción: de cinco días pasaron a tres (lunes, miércoles y viernes).

Son apenas algunos casos de las dificultades que tienen los comedores infantiles y de ancianos de Córdoba. La causa inmediata: falta de fondos. La causa de la falta de fondos: inflación, recorte de ayuda privada, y aumento de la demanda social –que se traduce en más niños que llenan los centros. La frazada queda corta.

Además, la Provincia de Córdoba, a través del Ministerio de Desarrollo Social, aumentó la cantidad de centros con los que colabora: de asistir 506 el año pasado, pasó ayudar a 563 este año (426 en el interior provincial, 137 en la Capital).

Aporte

El ministerio aporta 4,20 pesos por chico por día a las organizaciones que dan la “copa de leche”, es decir, la merienda. En este caso se trata de Centros Socio-Educativos, espacios de niños y adolescentes mayores de 4 años donde se desarrollan actividades educativas, recreativas, culturales, deportivas desde un enfoque de promoción de derechos. La finalidad, según informa la Provincia, es la contención comunitaria.

Y otorga nueve pesos cuando sirven comida principal (en general cena, porque los chicos almuerzan en el Paicor). Son los denominados Centros de Cuidado y Desarrollo Infantil, que además de dar de comer funcionan como “guarderías” de niños de 0 a 4 años.

¿Alcanza con el aporte del Gobierno provincial para la comida y el resto de las funciones que deben cumplir esos centros? La respuesta es rotunda: no. Desde el ministerio aclaran que se trata de una ayuda, de una colaboración, que “coparticipa” a las organizaciones y municipios. Es decir, que son iniciativas de organizaciones, no son comedores oficiales.

Así, las organizaciones se las arreglan como pueden: aportes de empresas o particulares, del Banco de Alimentos, del Proyecto de Vaso de Leche, entre otras organizaciones que ayudan a organizaciones. Hacen rifas, arreglan ropa usada y la venden, amasan pan. Todo organizado por anónimos voluntarios. Son vecinos que también viven en la necesidad pero que sacan de donde sea para ayudar. En el interior, además, los municipios aportan el resto.

Contexto

Tanto el Gobierno provincial como la Municipalidad de Córdoba reconocieron que, en los últimos meses, aumentó un 40 por ciento la demanda social de asistencia estatal, según publicó este diario el 31 de agosto pasado. Desarrollo Social asegura que el desembolso de dinero a los comedores es “prioritario” y que, por eso, no existen deudas con los comedores, como solía suceder en años anteriores.

Sin embargo, no planea subir el aporte de nueve y 4,20 pesos, al menos por ahora. “Los aumentos son a comienzo de año. El año pasado en vez de nueve pesos pagábamos seis”, aclaran.

Al cierre de 2013, 26,8 por ciento de la población de Córdoba vivía bajo el umbral de la pobreza y 8,7 por ciento estaba en la indigencia, lo que equivale a 909 mil y a 297 mil personas, respectivamente. Los datos surgen de la última estimación que realizó el Centro de Investigaciones Participativas en Políticas Económicas y Sociales (Cippes). Se estima que las cifras de 2014 van a ser superiores.

Para ayudar. La Noni (03543) 447-751, Proyecto Vaso de Leche proyectovasodeleche.org o al (0351) 156-186535, comedor La Felicidad 155-435958, Barrios de Pie (0351) 157-322666, La Botellita (0351) 152-741688, Banco de Alimentoswww.bancodealimentos.org.ar o al (0351) 496-9212.

Cristina Consiglo (Barrio Los Boulevares). “Nos gustaría dar todos los días, hay mucha necesidad, pero no podemos. Desarrollo Social nos paga al día. Vienen muchos más chicos porque cerró un comedor que estaba cerca. Hay mucha gente desocupada. Vendemos ropa y sacamos unas moneditas”.Daniel Martínez (Excomedores de La Botellita). “Cerramos los cuatro lugares y 800 chicos se quedaron sin comida. Sólo les damos bolsones a 250 familias con aportes de particulares. La Provincia nos cansó, nos agotó; la Municipalidad nunca tiene fondos. En los barrios no hay contención para los jóvenes”.José  Ferreyra (Comedor La Felicidad, barrio patricios). “Cerramos el comedor para niños porque no recibíamos recursos. La respuesta oficial es siempre la misma: no hay plata. Pero para hacer política sí hay. Antes dábamos cena. Ahora sólo merienda, tres días. Tenemos todo en contra. Pero no voy a aflojar”.

Comentá la nota