En un contexto festivo, con la colorida actuación de los Papelnonos, la esquina de 7 y 49 fue el escenario urbano de una campaña de concientización sobre los derechos de los adultos mayores. Dos ONGs, la Red Mayor, y la internacional Help Age, se unieron para mostrarle a la comunidad cómo le cuesta a la gente de determinada edad caminar por la vía pública o tomar un micro sin poner en riesgo su integridad física. La actividad se realizó en el marco del Día Internacional de las Personas Mayores, que fue instituido en 1990 por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para ser celebrado cada 1° de octubre y reivindicar, de esa manera, los derechos vulnerados de ese segmento de la población. A partir de entonces, cada vez que se conmemora la fecha las entidades que se dedican a proteger a ese grupo etario promueven acciones para informar y sensibilizar a la sociedad sobre la necesidad de transformar el entorno físico, social y cultural de los adultos mayores con el objetivo de construir, definitivamente, un vínculo de buen trato. simpatico repertorio musical Mientras que el grupo musical Papelnonos desplegaba su repertorio de canciones simpáticas e irónicas en la puerta de la Defensoría del Pueblo de la Provincia (el organismo que le cede un espacio para el desarrollo de sus actividades a la Red Mayor), consiguiendo la atención de la numerosas personas que a esa hora del mediodía pasaban por el lugar y se detenían para apreciar el show callejero, integrantes de la ONG aprovechaban cada la luz roja del semáforo y arremetían con la campaña “Adultos Mayores Demandan Acción” : se paraban delante de los conductores de vehículos y les recordaban, a través de pancartas, que “por una ciudad más amigable con las personas mayores, no estacionen en las paradas de micros, cedan el paso y respeten los tiempos de los mayores”. Y es que a pesar de las campañas encaradas desde hace tiempo por las entidades que se ocupan del tema, La Plata, se sabe, no ha logrado convertirse en una “ciudad amigable” con los adultos mayores, y eso que en la capital provincial, de acuerdo a las estadísticas suministradas por Help Age, el 14 por ciento de sus habitantes superan los 60 años. “Algunas cuestiones se han conseguido - aclara Silvia Gascón, integrante de la organización civil internacional, fundadora de la Red Mayor y directora de la maestría en Gerontología de Isalud -, como una mejor iluminación en las calles, la instalación de semáforos con la cuenta regresiva y, en algunos barrios, el arreglo de las veredas, pero la verdad es que la responsabilidad para que se logren todos los cambios necesarios no es sólo del Estado sino de toda la sociedad”. Cuando salen a la calle, los adultos mayores se encuentran con numerosos obstáculos. No hay cuadra del casco urbano, por caso, que tenga todas las baldosas de la vereda en buen estado, algunos colectiveros no contemplan las necesidades de quienes tienen dificultades físicas para desplazarse y arrancan la unidad antes de que el pasajero mayor alcance a sentarse y los automovilistas que no consideran al usuario del transporte público y estacionan en las paradas de micros, obligando a las personas a pasar por entre los vehículos para llegar a acceder al colectivo. Todo atenta contra la calidad de vida de los adultos mayores.

CAMBIO DE LEYES

También ayer, los integrantes de la Red Mayor mantuvieron un encuentro con el Defensor del Pueblo, Carlos Bonicatto, para definir estrategias que cambien el paradigma. En estos tiempos, para estar a la altura de los países más avanzados en materia de derechos sociales se busca posicionar al adulto mayor ya no como un sujeto de la asistencia sino como un ciudadano activo y con potencialidades a desarrollar.

“Buscamos que haya una organización eficaz del sistema de cuidadores domiciliarios, para que sea supervisado por el Estado, y otra reglamentación para el ingreso a las residencias para personas mayores, que tiene derecho a elegir el lugar donde van a vivir”, concluyó Gascón.