Colocaron el caño que volcará en medio del río los desechos que llegan desde el PIG

La empresa a cargo proyecta finalizar este tramo de la obra entre los últimos días del año y los primeros de 2019. Se trata de último trayecto para que los residuos industriales sean depositados en el río. Luego de terminados los trabajos, Municipio y Provincia deberán fiscalizarlos.

 

 

Faltan pocos detalles para finalizar la obra. Aunque hay que tener en cuenta que la misma es de una dimensión importante y demanda un meticuloso trabajo de logística y coordinación entre las empresas que la están llevando a cabo. Por lo que esos detalles no se pueden saldar de un día para el otro.

Después de muchos años, el gobierno provincial se hizo cargo de la finalización de la Planta de Tratamiento de Efluentes –industriales y cloacales– del Parque Industrial Gualeguaychú (PIG), que hace algunos meses está funcionando con buenos resultados.

Ahora, se trabaja para depositar esos desechos en el medio del río, y no en el arroyo cercano al PIG donde son volcados. ¿Cómo? Mediante un caño. Ayer se terminó de colocar el último tramo del mismo, de unos 210 metros, que finaliza entre 4 y 5 metros debajo del lecho del Gualeguaychú.

La obra está a pocos metros de la Planta municipal de Tratamiento de Efluentes Cloacales, detrás del ex Frigorífico. En una recorrida por la misma, Ariel Destefano, presidente de la Corporación del Desarrollo Gualeguaychú (Codegu), aclaró que “no se ha marcado un plazo definitivo para que la obra quede culminada en su totalidad”, debido a que “restan cuestiones técnicas por resolver, como la fusión de los dos caños –el que llega desde el PIG y el que finaliza en el río– y la del difusor, que es la pieza de salida del efluente”.

 

“Después habrá que esperar que los organismos de control den el visto bueno para que comience a funcionar”, indicó Destéfano, en referencia a la Dirección de Hidráulica de la provincia y la Municipalidad.

La obra, que se financió con aportes de las empresas del PIG y de la Codegu, “beneficiará a toda la ciudad”, ya que, además de contribuir a la disminución de la contaminación, propia del proceso industrial, “favorecerá la instalación, en un futuro, de nuevas empresas”, indicó Destéfano. Y remarcó la importancia de la ampliación de la Planta de Tratamientos de Efluentes Industriales: “la planta original era para 100 metros cúbicos / hora, y hoy fue mejorada hasta llegar a los 250 metros cúbicos/hora”.

“Las empresas trabajan en mejorar y reducir la cantidad de efluentes, siendo más eficientes en el consumo del agua y en el tratamiento. Lo que sale de la planta del Parque Industrial no debería variar en nada a lo que llega al río”, aseguró el arquitecto.

Ahora, los esfuerzos de la obra se direccionarán a la colocación del difusor –elemento metálico que cuenta con válvulas que permiten que el líquido que llega del PIG genere una mezcla de mejor calidad y reduzca el nivel de contaminación–, y de la pieza de enganche entre los dos caños. “Por fortuna se pudo llegar con el caño emisor al medio del río como se había propuesto, culminando la etapa más compleja del proyecto”, ahora “sólo faltan los trabajos de ensamble y de finalización de obra, que serán muy meticulosos”, resumió el presidente de la Codegu.

 

El caño

Esta hecho de polietileno de alta densidad, material que permite uniones sin ningún tipo de filtraciones. Es como una gran manguera de 210 metros de largo que llega al medio del río bajo la superficie. Tiene un diámetro de 45 centímetros y es apto para residuos cloacales e industriales.

Dificultades

El ingeniero civil, a cargo de la inspección de la obra, Luis  Echeverría, señaló que se encontraron con “un montón de dificultades en el lecho del río”. Y, aunque se trata de una obra chica, desde el punto de vista de su tamaño, demanda una sofisticada logística, que la vuelve muy compleja.

El profesional contó que en medio del río se encontraron con “un manto de piedra que demandó mucho trabajo y que requirió de herramientas específicas para perforarlo”.

Por eso, “se realizaron una serie de estudios que terminaron con una decisión arriesgada, como lo fue encarar la recta final en el agua, con una máquina de menor capacidad, para evitar la piedra”, explicó el ingeniero.

Antes hubo que abrir camino en una zona de monte y humedales, para levantar un  terraplén por el que transitaron las máquinas dispuestas para la obra.

Las empresas a cargo

El primer tramo de la obra fue responsabilidad de la firma local Ernesto Hornus; el segundo fue desarrollado por Protúnel (San Isidro, Buenos Aires); luego, LRQ S.A., firma de Larroque responsable de la coordinación general, se encargó del trabajo logístico y las tareas mancomunadas con las otras empresas intervinientes.

 

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