Los vecinos y comerciantes de Colegiales salieron a la calle para repudiar la instalación del primer Mercado Central en la Ciudad que, según indica el Código de Planeamiento Urbano (Ley 2567), es ilegal. A pesar de las denuncias, los amparos y las clausuras temporales, las obras avanzan a paso firme.

Con pancartas y cánticos, unas 100 personas se concentraron en Cramer y Maure, a pasos del terreno ferroviario de 3 mil metros cuadrados que está siendo transformado. “Sí a la plaza, no al mercado”, era uno de los carteles que exhibieron los vecinos. "Una manzana, cinco escuelas", decía otra de las leyendas, en referencia a las instituciones que, de concretarse el proyecto de Alberto Samid, deberán convivir con camiones gigantes y miles de personas todos los días, además de los problemas ambientales que puede generar el almacenamiento de toneladas de frutas, verduras, pescados, pollos y carne. 

"Acá las calles son angostas y empedradas, hay cinco escuelas en dos manzanas, las edificaciones son bajas y el acceso para el tránsito pesado será difícil", agregaron. 

Desde que comenzaron los trabajos a mediados de año, el predio fue clausurado cinco veces por la Agencia Gubernamental de Control, por "falta de aviso de obra" y "planos irregulares", entre otros argumentos. Pero de la noche a la mañana, las clausuras se levantaron y los trabajos continuaron a buen ritmo. Es más, se especuló con que su inauguración podría ocurrir en los últimos días de diciembre. 

Sin respuestas de la Ciudad y cansados de esta situación, los vecinos también accionaron legalmente contra el titular de la Agencia de Protección Ambiental, Juan Carlos Villalonga.