Colegiales: Desmantelan el Mercado Central

Colegiales: Desmantelan el Mercado Central

El local estaba listo para ser inaugurado pero el gobierno frenó el proyecto al que se oponían los vecinos de la zona. El predio pasará a la administración porteña, que deberá resolver el destino del lugar.

Después de varias idas y venidas que incluyeron la intervención de la Justicia, inhabilitaciones y tensión entre los gobiernos de la Nación y de la Ciudad, la polémica sucursal del Mercado Central que estaba a punto de estrenarse en Colegiales finalmente fue desmantelada. Así, la batalla fue ganada por los vecinos de la zona, opositores al proyecto.

 

La decisión fue confirmada por fuentes del Ministerio de Producción, a cargo de la Corporación Mercado Central. Tras la marcha atrás de la iniciativa, el predio ubicado en Cramer 475, lindero con las vías del Ferrocarril Mitre, y que abarca una superficie de 3.000 metros cuadrados, pasará a la administración porteña, que deberá determinar que se realizará en el lugar.

 

En los últimos dos años hubo cambios rotundos en el terreno. El Estado Nacional le cedió su uso gratuito por una década a la Corporación del Mercado Central, a través de la Agencia de Administración de Bienes del Estado (AABE).

 

La escena a mediados de 2014 lo mostraba deteriorado y abandonado. Pasaron los meses y el panorama fue mutando. El primer supermercado porteño de la Red Comprar, impulsado por el empresario de la carne Alberto Samid, empezaba a tomar forma.

 

Pese a las críticas de los vecinos, que objetaban la idea de convertir el espacio verde en una feria comercial y hasta llegaron a presentar un amparo para frenar la construcción alegando que no se respetaba la zonificación del predio, las obras se pusieron en marcha. Pero a medida que avanzaban los trabajos, iban apareciendo más trabas para concretar el deseo del megalocal. Además de las firmas recolectadas por los detractores del proyecto, la Justicia pidió detalles a las autoridades del Mercado y de la AABE sobre la cesión del lugar, en base a algunas irregularidades. En tanto, la Agencia Gubernamental de Control clausuró la obra en cinco ocasiones por falta de documentación registrada y recién levantó la medida tras la presentación de los informes requeridos.

 

 

 

Para noviembre de 2015 el lugar había cambiado completamente: había dos estacionamientos -uno para clientes y otro para proveedores-, siete líneas de cajas, cinco filas de góndolas, sectores para venta de carnes, fiambres, panificados, congelados y verduras, e incluso baños para los clientes. La flamante sucursal del supermercado en Colegiales estaba lista para ser inaugurada. De hecho, estaban pautados los horarios de atención y cuántos empleados habría.

 

El negocio también había despertado el interés de algunos vecinos, tentados ante la promesa de que conseguirían precios más baratos en los productos. Pero la inversión de cuatro millones de pesos que hizo el Gobierno kirchnerista no tuvo el curso esperado, el proyecto se descartó y las instalaciones se desarmaron, detalló La Nación.

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