Colapsó la digitalización judicial y por ahora en los Tribunales seguirán los expedientes de papel

Colapsó la digitalización judicial y por ahora en los Tribunales seguirán los expedientes de papel

El sistema debía ser obligatorio desde el 1 de agosto, pero colapsó a las pocas horas de su implementación. Ante esta situación, la Suprema Corte de Justicia dio marcha atrás y dispuso que sigan conviviendo los expedientes de papel con los digitales hasta que se solucionen los problemas.

La Justicia de la provincia de Buenos Aires esperaba con ansiedad la llegada del 1 de agosto para que de manera definitiva se pusiera en marcha la digitalización que agilizararía la tramitación de expedientes y terminaría con las tediosas filas de abogados en la mesa de entrada de los Tribunales. Pero la expectativa duró tan sólo dos horas: el nuevo sistema colapsó y la Suprema Corte de Justicia debió dar marcha atrás con su implementación obligatoria y dispuso que los expedientes de papel convivan por tiempo indefinido con el digital.

“No se podía entrar a la página por la cantidad de profesionales que querían hacer sus presentaciones. Pero también había incertidumbre entre los juzgados. Algunos recepcionaban escritos y otros no. No había unificación de criterio”, contó el presidente del Colegio de Abogados, Fabián Portillo, sobre los problemas con los que debutó el sistema digital. Y, enseguida, agregó: “Los Colegios de Abogados habíamos advertido en varias oportunidades que esto podía suceder. La Suprema Corte hasta días antes de la feria dijo que empezaba obligatoriamente y después nos dieron la razón porque el sistema colapsó. Ahora se están solucionando los problemas en la medida de las posibilidades”.

Según datos a los que accedió LA CAPITAL, cada juzgado de la ciudad desde su creación tuvo en promedio entre 45 y 50 mil causas. De ellas, en la actualidad están en trámite entre 8 y 10 mil. Pero no sólo eso: además ingresan 2 mil causas nuevas por año. En resumen: los tribunales están tapados de papel. El nuevo sistema digital apunta, de manera gradual, a ir eliminándolo. Pero llevará tiempo: los casos que comenzaron en papel seguirán desde la misma manera hasta que tengan sentencia firme. “Coincidimos la gran mayoría de los que trabajamos en esta profesión que el sistema es muy bueno. Hay que limar algunas cosas pero tiene muchas bondades. Estamos de acuerdo en su implementación, pero siempre y cuando funcione bien”, sostuvo Portillo. Y contó que más allá de lo técnico en la ciudad se trabajó para lograr criterios uniformes. “Nosotros con los magistrados de Mar del Plata hicimos una reunión el mismo día 1 de agosto y logramos unificar criterios en algunas cuestiones de su implementación. Jueces y abogados pudimos sentarnos en una misma mesa con el objetivo de tratar las cuestiones más complicadas que teníamos. Pero a las 24 horas se suspendió la obligatoriedad”, sostuvo.

La decisión de implementar este cambio fue tomada por la Suprema Corte de la provincia con el objetivo de ir terminando de manera paulatina con los expedientes de papel y pasar a la era digital. En su resolución, publicada en el Acuerdo 3733 de noviembre de 2014, el máximo tribunal bonaerense dispuso que en todas las dependencias administrativas y jurisdiccionales de la Corte y órganos de los fueros Civil y Comercial; Contencioso Administrativo; Familia; Trabajo y Justicia de Paz, se implementase un sistema de presentaciones y notificaciones electrónicas. Desde el primero de febrero de 2016 el sistema debía ser utilizado de manera obligatoria en todos los fueros, excepto en lo Penal. Pero, ante las dificultades en su implementación, llegado ese plazo la Suprema Corte lo prorrogó hasta el 1 de agosto. Supuestamente desde ese día, los abogados sólo deberían ir a Tribunales para presentar la demanda o llevar la contestación. Luego, el expediente ya comenzaría a “moverse” de forma digital.

Pero la tecnología falló. “Al ingresar todos los colegas juntos, el sistema colapsó. Ahora se continuará con los dos sistemas por tiempo indefinido hasta que resuelvan los inconvenientes técnicos que se generaron. Colapsó por cuestiones tecnológicas. Es cierto que también hubo problemas de unificación de criterios de los juzgados”, contó Portillo. Y, enseguida, dijo sobre la capacitación de profesionales: “Mientras tanto, se continúan con los talleres de charlas y jornadas abocadas a que los colegas estén bien informados y puedan trabajar sin ningún tipo de problemas con el sistema hasta tanto comience nuevamente a ser exigible la obligatoriedad de la digitalización”.

El presidente del Colegio de Abogados aseguró que por ahora sus colegas de la provincia de Buenos Aires “pueden trabajar como lo venían haciendo e ir incorporándose de a poco al nuevo sistema”. “No se puede decir nada de la digitalización porque es muy buena y da pronta resolución a muchas cuestiones como la de perder tiempo en tribunales y lograr que se ahorre papel”, sostuvo.

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