Luego de que la semana pasada sus abogados alegaran por dos días y negaran los hechos que se le imputan al exmandatario, De la Rúa concluirá con sus palabras ante el Tribunal Oral Federal 3 y se prevé que reclame su absolución.

Durante dos días, sus abogados Valeria Corbacho y Jorge Kirszenbaum aseguraron que el hecho no existió como así tampoco una supuesta reunión en la Casa Rosada, en la que De la Rúa habría dado la orden de emprender la marcha con los sobornos y al estar empantanada la votación por parte del PJ en el Congreso.

Esa es la versión que dio el "arrepentido" Mario Pontaquarto, quien aseguró que al tomar conocimiento De la Rúa que la votación venía trabada, dijo: "Háblenlo con De Santibáñez", entonces jefe de la SIDE y hoy también imputado, en referencia al pago de sobornos.

De la Rúa sufrió el miércoles pasado una descompensación en los tribunales de Comodoro Py durante la realización del juicio, lo que obligó a que sea trasladado por una ambulancia del SAME.

Se trató de una baja de la presión y que ocurrió en el 9 piso del edificio, en un receso en que el expresidente había aprovechado para almorzar.

El primero en comenzar el alegato fue el exsecretario Pontaquarto, quien sorprendió al asegurar por medio de sus abogados que no había pruebas suficientes para emitir una condena en contra suya y de los demás acusados.

Si bien Pontaquarto aclaró que su versión es real, aseguró que la misma no pudo ser acreditada durante todo este juicio y que por ello no alcanzaba para una condena.

No obstante, Pontaquarto reiteró que él fue quien repartió 4.700.000 pesos entre el exsenador justicialista Emilio Cantarero (con problemas de salud y por ello fuera del juicio) y los demás que están siendo juzgados: Alberto Tell, Augusto Alasino, Ricardo Branda y Remo Constanzo.

En el juicio, además, también están en el banquillo de los acusados el exministro de Trabajo Alberto Flamarique y De Santibáñez.

Se trata de la última etapa del juicio que comenzó hace un año y en la cual la fiscal Sabrina Namer pidió una pena de seis años de prisión para De la Rúa, De Santibáñez, Tell, Costanzo y Alasino; de tres para Pontaquarto (teniendo en cuenta una condena anterior) en tanto que reclamó la absolución de Flamarique y Branda.