Felicitaciones senadora!”. Así ingresó al búnker de Cambiemos, cerca de las 20.30 del domingo, el gobernador electo Alfredo Cornejo. La destinataria del saludo era quien secundaba en la lista de senadores a Julio Cobos, Pamela Verasay, quien, precisamente de la mano del ex gobernador, que volvió a ser el más votado, ahora llegará al Congreso tras el claro triunfo en Mendoza.

Y ese saludo era precisamente la confirmación de que el frente radical-macrista había ganado la legislativa local, aunque también en la categoría de presidente y de Parlasur.

A diferencia de lo que sucedió en la PASO del 9 de agosto, la llegada de Cornejo estuvo anunciada y dispuesta para que el futuro mandatario, líder absoluto del radicalismo pero también del frente opositor, pudiera adelantar la información del contundente triunfo local, a partir de lo que le llegaba de sus “mesas testigo”.

Eso mismo corroboró una hora más tarde, en la conferencia de prensa, junto a su vicegobernadora electa, Laura Montero, y a todos los candidatos a senadores y diputados nacionales.

“Estamos en condiciones de decir que hemos ganado en Mendoza por una diferencia de 11 puntos en la categoría presidente y un porcentaje similar en senadores y diputados”, informó Cornejo con esos datos extraoficiales, porque los oficiales recién llegarían pasada la medianoche y serían cercanos, dado que Cambiemos le ganó al FPV en la categoría presidencial 40,8% a 41,3% (439.216 a 336.692), pero 42,9% a 30,5% en Senadores (448.275 a 318.245) y 41,2% a 29,9% en Diputados (429.563 a 311.236).

En realidad, y a diferencia de lo que pasaba en el justicialismo, la sede elegida por Cambiemos estuvo muy poblada desde las 18, con fiscales y militantes que llegaban a entregar la información, con dirigentes y funcionarios que empezaban a adelantar que se veían ganadores, y con las principales figuras que no dudaron en prestarse a las declaraciones a la prensa.

Es cierto. Todos se mostraban prudentes porque no había datos oficiales. Y tampoco había grandes festejos, tal vez por la misma razón. Pero sí se sentían seguros y la distensión que transmitían lo demostraba.

“Agradecemos que por séptima vez consecutiva los mendocinos nos hayan dado su apoyo”, decía Cornejo. “Este resultado nos obliga a un mayor compromiso”, indicaba Cobos por el otro lado.

Y en ese sentido, ambos comentaron que el balance de la campaña, pero también de la estrategia global, era positivo. “Cumplimos el primer objetivo que fue ganar las bancas que renovábamos”, dijo en un momento Cornejo, en referencia a que ante la salida de Montero y de Ernesto Sanz en la Cámara alta, llegarán Cobos y Verasay.

“Y renovábamos una banca en Diputados y están ingresando dos y tenemos chance por el tercero”, añadió, en referencia a la reelección de Enrique Vaquié y a la llegada de la macrista Susana Balbo y la posible de Luis Borsani, que finalmente terminó entrando.

A esa altura, ya pasadas las 22, y con el Frente para la Victoria habiendo reconocido la derrota mendocina -aunque sin datos aún sobre lo que ocurría a nivel país- las palabras cambiaron de dirección.

Ya comenzaban los análisis sobre cómo vendrá el balotaje que se preveía -y que luego se comprobó- a nivel presidencial. “Vamos a tener balotaje. Redoblaremos los esfuerzos para que gane Macri”, decía Cornejo al respecto. “Habrá mayor predisposición de la ciudadanía si se firman convenios”, indicaba Cobos, pensando en Massa.

Pero sin mayores incidencias. Un rápido saludo a la militancia. Fotos para todos. Y a descansar para este lunes empezar a trabajar en las prioridades políticas. La segunda vuelta nacional y la próxima asunción provincial.

Así vivió el Frente Cambiemos su séptimo triunfo consecutivo en tierras mendocinas. Casi como un trámite.

Convencer a progresistas y massistas

“Desde mañana tendremos que salir a convencer a todos los que no nos votaron para que voten a Macri”. Así se dirigió Alfredo Cornejo a los militantes que en un salón contiguo al de la prensa, festejaban el triunfo de Cambiemos.

De esa forma, el gobernador electo fue claro en la forma en que encarará, desde Mendoza, la segunda vuelta que se viene en el país.

Y consultado sobre qué hará con los aliados que estuvieron en la elección provincial pero no en la nacional, como los progresistas del socialismo y Libres del Sur (que también son sus socios en Godoy Cruz), consideró que “será más fácil convocarlos” para esta oportunidad.

De todos modos resaltó que “no hay correlación directa entre partidos y votos”, razón por la cual consideró -en coincidencia también con Cobos- que la gente es independiente al momento de emitir su voto, y no piensa en los partidos que integran las alianzas.

Apostillas

No tan exclusiva. Cerca de las 20.30, los agentes de prensa cornejistas se acercaron a unos pocos periodistas para avisarles que “en 15 minutos” llegaba Cornejo, por si alguien buscaba la exclusiva. Pero cuando, todos los medios estuvieron presentes. No fue tan exclusiva la llegada.

El intendente gritón. Mientras los candidatos atendían a la prensa, se empezaron a escuchar gritos alegres. Eran de Omar De Marchi que, vía telefónica con Emilio Monzó (ministro de Gobierno de Macri en la CABA), se enteraba de los resultados en provincia de Buenos Aires y de la escasa diferencia entre Scioli y Macri.

Battagión aprovechó. El presidente del PD, Richard Battagión, se acercó a los periodistas para mostrar el tuit en el que resaltaba que su partido será “clave” en la estrategia del balotaje de Cambiemos, con sus 2 intendentes, el macrista De Marchi y el massista Jorge Difonso.