El club de la obra pública, enfurecido por una lista de De Vido

Las empresas contratadas por el Estado. El ministro dio a conocer a los 40 proveedores más grandes del Estado. Y desató una ola de especulaciones sobre el ranking y su elaboración.

Las mayores empresas de obra pública del país quedaron desconcertadas y enojadas por un comunicado difundido antes de ayer por el ministerio de Planificación. Para aminorar el peso de las licitaciones que el Gobierno le otorgó a empresas de Lázaro Báez desde 2003, el ministro mandó a los medios una lista con casi las 40 compañías que “ejecutaron” obra pública por $ 600.000 millones en los últimos 12 años. Esa información, vertida por el ministro Julio De Vido, generó enojos entre los constructores, que hasta pensaron en pedirle aclaraciones al funcionario –algo que finalmente descartaron– y entraron en sospechas sobre los datos expresados.

“Llama la atención la ausencia de Eleprint”, marcó el titular de una constructora. Esa firma es de Gustavo Weiss, ex titular de la cámara de la Construcción. Sus colegas creen que, cualquier ranking con las empresas con más obra pública, debiera incluir a esa firma.

La lista está encabezada por Techint, de la familia Rocca, seguida por Electroingeniería, Iecsa, Corporación América y la estatal rionegrina Invap. La brasileña Oderbrecht, la nacional Esuco (de Enrique Wagner), Cartellone, Rovella Carranza y JCR (de Juan Carlos Relats) completan el top ten del “club de la obra pública”.

“Electroingeniería recibió más obra pública que Techint, aunque figure segunda. Y además, esto pone en evidencia los lugares preponderantes de Esuco (séptima) y Relats (décima), lo que parece una jugada peligrosa”, argumentaron varios constructores. Esuco, responsable de la fallida estación espacial con los chinos, es consideraba una de las firmas favoritas de la Presidenta. Y Relats fue la encargada de administrar un hotel de la familia presidencial.

Durante el martes a la tarde/noche, cuando los empresarios veían sus nombres en la lista de Planificación, hubo llamados entre varios de ellos. Pensaron que la Cámara Argentina de la Construcción, –donde se encuentran agrupados todos los nombrados– pidiera una reunión al ministro. Pero esa idea fue descartada ayer. Por las dudas, el ministro mandó ayer más aclaraciones sobre la lista original: faltaban Pescarmona y Emepa, de Gabriel Romero.

La reacción de Julio De Vido fue frente a una nota publicada el martes en el diario La Nación, donde se destacaba que empresas del grupo Lázaro Báez se beneficiaron con obra pública por más de $ 8.000 millones. Según Planificación, de organismos nacionales salieron $ 1.019 millones para ese empresario. Pero no hay referencia a las obras llevadas adelante por la provincia de Santa Cruz, con guiño desde la Casa Rosada, que fueron a manos de Austral y otras relacionadas.

“Es para poner en evidencia que Iecsa, del primo de Mauricio Macri está tercera”, razonaban en una compañía. “Es una advertencia a Cristóbal (López, cuya firma CPC figura decimotercera)”, argumentaban en otra. “Es un ataque contra (Axel) Kicillof, por su rol como director en Techint” interpretaban en otra firma. “Hay que tragarse el enojo, no conviene pelearse con De Vido”, coincidían todos.

“No hay dudas que Techint es la empresa más grande del país”, coincidían en el sector. Pero, en los últimos 12 años, compartió Atucha 2 con Electroingeniería (una obra de US$ 500 millones) y una parte del gasoducto GNEA (con Panedile, US$ 160 millones), según los defensores de la compañía. Parece poco al lado de los $ 600.000 millones totales, un velo que si, se descubre, puede generar más de un dolor de cabeza.

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