El club Hípico busca un operador turfístico para el Hipódromo y rescindir el contrato con el Municipio

El club Hípico busca un operador turfístico para el Hipódromo y rescindir el contrato con el Municipio
A partir de la inminente finalización de la actual concesión, el club Hípico y el Municipio están negociando la finalización del contrato de alquiler del Hipódromo, que vence en diciembre. A priori, habrían coincidido en la importancia de continuar con la actividad del turf en Tandil y en la necesidad de resolver el vacío de seis meses que quedarán entre la salida de Vistas Serranas SA y el plazo de locación del predio por parte de la comuna.
En principio, la institución propietaria del circo de carreras está interesada en licitar la explotación del turf a partir de julio, fecha en la que se termina el contrato entre el Municipio -actual locatario- y Vistas Serranas SA. De sellar el acuerdo con un operador externo, rescindirían el contrato de alquiler con la comuna.

En diálogo con El Eco de Tandil, el presidente del Hípico Esteban Elissondo confirmó que “estamos en contacto con el Municipio. Nos estamos llevando muy bien. Estamos charlando con (jefe de Gabinete Marcos) Nicolini y con (presidente del Concejo Deliberante Juan Pablo) Frolik, y (Miguel) Lunghi está enterado. Ellos quieren que siga el turf en Tandil y nosotros también”.

Descartó absolutamente cualquier proyecto para lotear el lugar y aseguró que “no se va a vender un metro cuadrado de tierra del club Hípico mientras yo sea el presidente”.

En busca del candidato

El presidente precisó que “acá el problema se produce en julio, porque el 31 de julio se termina la concesión a Vistas Serranas y queda un pedazo hasta fin de año en blanco”. Así, urgidos por la necesidad de garantizar la seguridad del predio, deben cerrar un nuevo convenio para que alguien explote el circo de carreras.

“El club es el dueño”, dijo Elissondo, y descartó el proyecto presentado por el bloque de concejales del Frente Renovador, ya que el Concejo Deliberante no tiene ingerencia sobre “una propiedad privada del club Hípico de Tandil desde el año 1866”.

La propuesta del massismo local se basa en que el Municipio administre la actividad del turf de agosto a diciembre y realice una propuesta para extender el contrato de alquiler del predio ubicado en Darragueira y Cuba.

“Lo vamos a recuperar y vamos a buscar un operador turfístico. No vamos a ser nosotros porque ya nos fundimos una vez y no nos vamos a fundir de nuevo. Entonces, vamos a buscar un operador turfístico que podrá ser el que está ahora u otro. Tenemos algunos interesados y vamos a evaluar el que más nos convenga”, sintetizó.

En busca de asesoramiento de cara a la licitación privada, Elissondo ya viajó al Instituto Provincial de Loterías y Casinos, con sede en La Plata, y al Jockey Club de San Isidro.

“Estamos en ese asunto. Ya estamos evaluando. Con el abogado de (Daniel) Blanco estuvimos reunidos, con (Manuel) Marañón, que nos llamó a una reunión. Blanco se manifestó interesado en continuar”, adelantó.

En resumen, expresó que “nosotros estamos con la Municipalidad de acuerdo en que ellos van a rescindir el contrato, nos van a cobrar los seis meses para que le devolvamos algo de plata de lo que valdría el alquiler. La Municipalidad no se puede quedar con eso seis meses vacío, tiene que poner cuidadores, no le conviene. Entonces, está haciendo todo el esfuerzo para que nosotros, junto con ellos, busquemos un candidato que nos guste y arrancar el nuevo convenio en agosto, por otros 7 u 8 años”.

En cuanto al financiamiento, sostuvo que la licencia para cobrar el subsidio “la va a tener el club Hípico, eso nos han dicho en La Plata. El dueño del predio es el club Hípico y el dueño de la licencia es el club Hípico. Nosotros no se la vamos a ceder a nadie. Le vamos a pagar al concesionario nosotros y le vamos a cobrar el alquiler al mismo tiempo”.

Las expectativas

Esteban Elissondo -quien aclaró que es ingeniero agrónomo y no es especialista en el tema pero trabaja en una comisión para intentar salvar al club de la crisis- consideró que en la actualidad la actividad del turf “está pobre, porque depende de la cantidad de caballos que hay y la cantidad de público que va a las carreras”.

El presidente remarcó que la comisión directiva está abocada a organizar el club y reconoció que “ninguno, o casi ninguno, estamos en condiciones de hacernos cargo de un hipódromo, que es una empresa complicada. Hay que conocer mucho; hay que conocer de caballos, de jockeys, de cuidadores; hay que hacer boxes; mantener las pistas; saber de carreras; hay que estar relacionado con La Plata, con San Isidro; hay que conocer gente. Es una especialidad”.

En cuanto a las expectativas, afirmó que “la idea es que el Hipódromo de Tandil se transforme en un precioso hipódromo chico del interior de la provincia de Buenos Aires y que esté lleno de actividad, que haya muchos caballos, muchos jockeys, muchos cuidadores, muchas carreras”.

El objetivo es que los visitantes que se acerquen a Tandil por el turf puedan sumar al turismo, junto con la amplia oferta de hotelería y cabañas, además del casino y el resto de las propuestas.

“Acá tiene que haber 300 caballos. Hay 70 u 80. Según me dice la gente que conoce de esto, debería haber por lo menos 300 caballos cuidándose, que es lo que da trabajo a la gente, y además, corren”, señaló.

Por otro lado, indicó que si bien la comuna quedaría fuera del circo de carreras, podrían establecer futuros acuerdos para organizar la feria de Semana Santa o algunos recitales relevantes como los del Indio Solari.

La historia de la debacle

Haciendo memoria, Esteban Elissondo contó que el club Hípico “explotó” porque le sacaron el subsidio en 1984 que le otorgaba el Instituto Nacional de Actividades Hípicas (INAH).

A cambio de ese aporte, el INAH obligaba a la entidad a tomar a 92 empleados. “Tenía que tener agencia de carreras; el club explotaba el Hipódromo; tenía empleados para el Hipódromo y para la agencia de carreras; tenía tractores y tractoristas para arreglar la pista. De un día para otro el INAH le sacó el subsidio y el club se quedó con 92 juicios laborales en 1984”, explicó.

Sumida en una crisis desesperante, la institución vendió una vivienda y un lote ubicados en Paz al 600, liquidó el dinero que tenía y vendió unas seis hectáreas del Hipódromo, que hoy está loteando un privado que nada tiene que ver con el Hípico.

“A pesar de vender todo eso, llegó un momento -yo no estaba en la comisión directiva en esa época- en que se debía cualquier cantidad de plata. Entonces, el club Hípico decidió seguir vendiendo parte del Hipódromo para pagar, no había otra forma”, evaluó, y agregó que desde la Municipalidad ofrecieron alquilarlo por diez años, con el pago por adelantado para saldar una parte importante de las deudas.

Esteban Elissondo valoró en forma positiva el acuerdo con el Estado municipal que permitió salvar el circo de carreras, que es el más antiguo de Sudamérica, fundado en 1866.

Hoy el club conserva su sede social, ubicada en Pinto entre Rodríguez y 9 de Julio, donde se juega a la paleta. Además, cuenta con locales alquilados, ingreso que utiliza para terminar de afrontar algunas moratorias impositivas.

La comuna tomó posesión del sector de las piletas

Por otro lado, el club Hípico y el Municipio ya firmaron el contrato de alquiler por el predio ubicado en Darragueira y Cuba donde se encuentran ubicadas las piletas, vestuarios y la cancha de fútbol donde entrenaba Ramón Santamarina. La comuna le pagará a la institución 25 mil pesos mensuales y ya le extendió el monto de la primera cuota.

El presidente confirmó que colaboraron en las gestiones para que el aurinegro pueda seguir entrenando hasta diciembre, fecha en la que está previsto que termine las obras de la sede en Sans Souci.

“En ese lugar hay vestuarios, confitería, una casa para el cuidador, una pileta grande y una pileta para chicos. Y ahora hay una cancha de fútbol, que cercaron y pusieron los arcos, lo hizo Santamarina, que estuvo ahí durante varios años”, describió Esteban Elissondo.

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