Clínicas bonaerenses, al borde del cierre: “Pedimos al menos que nos escuchen”, dicen desde FeCliBA

Clínicas bonaerenses, al borde del cierre: “Pedimos al menos que nos escuchen”, dicen desde FeCliBA

Las clínicas bonaerenses no logran hacer pie en esta nueva coyuntura política y económica planteada durante los últimos meses. Es que al incumplimiento en los pagos de la obra social PAMI se fueron sumando las paritarias de los empleados y, ahora, las nuevas tarifas de los servicios. Néstor Porras, referente de la Federación de Clínicas de la provincia de Buenos Aires (FeCliBA), habló con REALPOLITIK, explicó la situación que viven los sanatorios y se refirió al pedido que hacen  desde la organización al gobierno provincial.

RP.- ¿La situación de las clínicas hoy pone en riesgo que su funcionamiento?

Todos teníamos en el colectivo imaginario que había una aumento hasta que llegaron las facturas y fue un incremento exorbitante, de una magnitud que pegó en el presupuesto de las instituciones de todo el ámbito de la provincia de Bueno Aires, FeCliBA provincia en territorio bonaerense y Asociaciones de Clínicas y Sanatorios Privados de la Provincia de Buenos Aires (ACliBA) en general.

Esto vendría a ser un golpe más a lo golpeado que está el sector. Porque todo ha aumentado, en insumos es más del 400 por ciento, abonos, mantenimiento de los equipos, dolarización. En cuanto al tema tarifario, uno tiene que tener gas, luz y agua, es imposible, es como el insumo médico para el paciente.

Nosotros al ver lo que le ocurrió a los clubes que hacen acción social, a las universidades, queremos remarcar al gobierno provincial, nacional que atendemos netamente a la seguridad social, no somos privados que vendemos un producto a otros privados. Somos el sostén del hospital público. Las obras sociales principales con las que trabajamos son PAMI y IOMA, se hace imposible soportar y reducir costos. Ya dejamos de pagar, no nos queda más nada para dejar de pagar y hablo de las clínicas muy buenas, las regulares y las que están pasando situaciones complicadas pero evidentemente si no se encuentra una solución a eso va a golpear y mucho.

RP.- ¿Piden la tarifa social?

Estamos pidiendo al menos que nos escuchen, que tomen en cuenta la problemática, que sepan dividir quién es quién, a qué sector cubrimos y por qué pedimos. Porque si nosotros fuéramos un sanatorio de una empresa prepaga no podríamos pedir esto y el gobierno con justa razón diría: “Su negocio principal es el prepago, ustedes viven de esto y aumentan la cuota”. Entonces se haría un equilibrio y se trasladaría a costos. Nosotros que atendemos solamente seguridad social estamos atrasados en los porcentajes de aumento más de un 78 por ciento en los valores.

Estamos renegando con esa problemática como siempre y al venir estos aumentos queremos que por lo menos nos escuchen, que sepan diferenciar y después que pongan el título que quieran poner pero que bajen los valores estos, llámese social, categoría de salud pública, seguridad social pero lo que no se puede hacer es cobrar lo que se está cobrando, este es el pedido.

RP.- ¿Cómo están gestionando estos pedidos, están a la espera de alguna reunión?

A través de la Federación de Clínicas de la provincia de Buenos Aires se están solicitando distintas entrevistas, inclusive algunas han sucedido. En ámbito gubernamental tienen que conocer al sector, si es verdad lo que se dice, cómo, cuánto, todo lleva un proceso burocrático que estamos esperando. Pero lamentablemente es inevitable no salir a hablar porque la presión del sanatorio y de las bases es: “¿Qué hacemos con esto? No lo podemos pagar”. Y entonces se habla con los medios. Es un tema preocupante que interesa al conjunto de la comunidad, que se cierren sanatorios no es grato.

RP.- ¿Es decir que a la situación con PAMI ahora se suma lo de las tarifas?

Esto es tan dinámico... Hoy es la parte salarial, que es el 55 por ciento de un sanatorio. Los insumos pasaron a superar en gran parte, proporcionalmente, lo salarial. Luego aparecen los retrasos de estas obras sociales que no están acorde a los valores actuales. Después viene el acomodamiento de las nuevas autoridades que ya van cinco meses pero todavía están en una etapa de cambio y a eso se suman los servicios. Es muy complicado, alguien tiene que tomar nota de esto. 

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