La clave, los recicladores de base

La clave, los recicladores de base

Diferenciada. La recolección de secos, muy criticada en los barrios.

Implementar sistemas de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) es una necesidad urgente para todas las ciudades de nuestro país y de América Latina en general. El impacto ambiental que produce la mala gestión de residuos hace insostenible continuar con el paradigma vigente de recolección y disposición final, concebida bajo una lógica higienista (mantener las ciudades limpias y alejar los residuos de ellas) que no tenía en cuenta la dimensión ambiental y social asociada a la gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU).

En el marco de la plataforma “Iniciativa Regional para el Reciclaje Inclusivo” (IRR), desde la Fundación Avina promovemos la implementación de modelos Girsu que incorporen la perspectiva de reciclaje inclusivo, donde la solución para la gestión de la fracción de los residuos reciclables se enfoca en reconocer y formalizar el trabajo de los recuperadores urbanos para maximizar su aporte al recupero de residuos reciclables para su posterior comercialización a la industria, a través de generar condiciones adecuadas (herramientas, recursos, capacidades, institucionalidad) para la realización de su trabajo y, de esa forma, hacer realidad el aporte de este sector al desarrollo de la economía circular.

Es fundamental para que la gestión integral sea efectiva el involucramiento de los gobiernos locales y la definición de políticas públicas y un marco normativo que promueva la implementación de sistemas Girsu y fortalezca la inclusión y formalización de recicladores de base en cooperativas de trabajo. Son ellos quienes brindan un servicio público que contribuye a disminuir el impacto ambiental que genera la disposición indiscriminada e inadecuada de residuos.

La experiencia del programa de reciclaje inclusivo nos lleva a promover una estrategia integral que incluye acciones para la promoción ambiental y educación para la minimización de generación de residuos, separación en origen y recolección diferenciada en fracción seca y húmeda, capacitar y dotar de herramientas adecuadas a los recuperadores urbanos, instalación de plantas de clasificación y acondicionamiento de la fracción seca para su reciclaje, comercialización formal de materiales reciclables a la industria transformadora, y cierre de basurales a cielo abierto con la correcta disposición final de la fracción de residuos no recuperables en rellenos sanitarios.

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La Girsu con reciclaje inclusivo es una realidad que está avanzando en toda América latina. Cada vez son más las ciudades que dejan de mirar a los recicladores de base sólo como una población marginal y como un producto de la exclusión social, y empiezan a percibirlos y tratarlos como un sector de trabajadores ambientales y una tecnología social con conocimiento acumulado que puede ponerse al servicio del desarrollo urbano sustentable. Todavía hay mucho camino por recorrer, y son muchos los desafíos por afrontar para hacer realidad esta propuesta, pero la experiencia de trabajo de Avina y la IRR en la región y en Argentina, los resultados generados y los aprendizajes recogidos hablan de una apuesta con potencial para generar un cambio sistémico en la gestión de residuos que se dirija hacia el modelo de economía circular, y desde la región para el mundo.

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