Clave: junto, el peronismo anoche en cena emblemática

Clave: junto, el peronismo anoche en cena emblemática

Fue un martes de movilizaciones en la dirigencia política. Los empresarios estuvieron en la reunión de la Cámara de la Construcción que cerró Cristina de Kirchner. 

Los hombres del derecho de todas las militancias se agolparon en la UBA para escuchar al renunciado Eugenio Zaffaroni en un acto que se pareció mucho a una depedida. Anoche, el peronismo se reunió en una cena transversal que se recuperó para la agenda y que en 2013 se suspendiese: la que organizó en la Costanera el asesor presidencial y armador de estrategias Juan Carlos Mazzón.

El peronismo recuperó anoche una de las fechas más ponderadas de la gastronomía política, y la ensayó con un gesto fuerte: centenares de dirigentes del oficialismo de todo el país asistieron en el salón del Pabellón 1 de Costa Salguero a la cena que suele convocar para despedir el año el puntero mayor de esa fuerza, Juan Carlos Mazzón. El año pasado extrañó que esa convocatoria estuviera fuera de fixture, seguramente porque era un año de elecciones. 

Aportó visibilidad al encuentro que en la mesa principal se ubicase Daniel Scioli, precandidato presidencial que todos presumen ya consagrado como el más competitivo del oficialismo para las elecciones del año que viene.

Esta vez gobernadores, funcionarios naconales y provinciales, legisladores de todos los niveles, se agolparon en ese predio, reservado de las miradas de la prensa -no se admitió ni el ingreso de fotógrafos- para mostrarse junto al asesor presidencial de todos los g obiernos del ciclo Duhalde-Kirchner y armador de las campañas en todos los distritos.

Ya que se hiciera el encuentro tiene importancia, porque el peronismo ha evitado las reuniones en las que se mezclen todas las tribus. Mazzón es un hombre del poder, tiene autoridad entre los suyos, dicta consignas y abre caminos en espesuras que a otros se les cierran. Pero no tiene cargos ni mando formal sobre funcionarios y mandatarios que, sin embargo, le reconocen predicamento. Una manera es asistir a estas convocatorias.

Desde luego que la cena se prolongó con interminables diálogos en las diversas mesas en las que el "Chueco" mendocino fue pródigo en variedad de comidas. Pero la valencia de la cena reside en la mera asistencia, que es una señal clara de que este asesor con despacho en la área presidencial de la Casa Rosada y que tiene diálogo diario con Cristina de Kirchner, tiene un compromiso particular con la candidatura del bonaerense. En la previa de la reunión hubo arbitraje de listas de invitados y muchos resolvieron ir cuando supieron que estaría Scioli.

Francisco Pérez, Maurice Closs y Juan Manuel Urtubey completaron el lote de gobernadores. Diego Bossio, Ricardo Echegaray y Agustín Rossi, funcionarios del Ejecutivo, aportaron kirchnerismo explícito. Del Congreso, entre otros, Miguel Pichetto, Jorge Landau, José María Díaz Bancalari, Roxana Bertoni, Walter Barrionuevo e Issac Bromberg. Emblemáticos del peronismo de ayer y de hoy, como Eduardo Camaño, Lorenzo Pepe, Rubén Marín yJuan Carlos Dante Gullo (hoy legislador porteño). También del que viene, como el santafesino Mariano Miranda(dirige el Instituto Perón de su provincia), Cristina Álvarez Rodríguez, Juan Carlos Conde Ramos Jorge Telerman. Algunas ausencias son explicables, como las de gobernadores con proyecto presidencial como Sergio Urribarri o del presidente de los diputados, Julián Domínguez.

Scioli demoró la llegada porque estaba en otro acto en el mismo predio junto a las pymes. Se le adelantaron sus hermanos Nicolás y José.

 

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