El bar, que además oficia de boliche, ubicado en Bolívar y Padre Borgatti fue clausurado y se requirió la presencia de efectivos policiales. También clausuraron una estación de servicio, un kiosco, una hamburguesería y se realizaron procedimientos con incautación de mercaderías a vendedores ambulantes.
El Director General de Control e Inspección de la Municipalidad de Corrientes, Carlos Cánepa, indicó a diarioepoca.com que esta madrugada a las 5.30 se clausuró el boliche Black Bar por el incumplimiento de varias normas municipales entre ellas la presencia de menores y la venta de bebidas alcohólicas a los mismos. “Había en el lugar 400 personas aproximadamente de los cuales la mitad eran menores” graficó.
Cánepa resaltó que el lugar no cuenta con habilitación, “ni siquiera para el rubro que argumenta ser, es decir un bar, no nos presentaron ningún tipo de documentación” indicó. Además advirtió de la peligrosidad del espacio físico porque “cuenta con un primer piso que no cumple con los requisitos de infraestructura, poniendo en serio riesgo a las personas que allí concurren”.
En el marco del procedimiento municipal se requirió la presencia de dos móviles policiales y efectivos de la División de Asuntos Juveniles. “No hubo necesidad de proceder al desalojo porque el mismo local se encargó de ello” contó.
OTROS PROCEDIMIENTOS
En tanto también se procedió a la reclausura de un kiosco ubicado en avenida 3 de abril y Córdoba. El mismo había sido clausurado hace tres días y violó la faja de prohibición. “Como en todos los casos será el Tribunal de faltas quien disponga el monto de las multas y los días de inhabilitación” indicó el funcionario municipal.
También se procedió a decomisar alimentos que eran vendidos en la vía pública frente al Club de Regatas y al boliche “Zero” ubicado en avenida Centenario al 3600. “Se incautaron aderezos, panes y otros productos que no cumplían las mínimas normas de conservación e higiene” expresó.
En tanto una estación de servicio ubicada en avenida Centenario y Río Juramento fue clausurada por ruidos molestos. “Se les había intimado previamente pero no cesaron en el accionar, y los vecinos manifestaron que continuaba la música a muy alto volumen por lo que procedimos a la clausura” indicó.
Otro local que reincidió pese a estar con faja de clausura es la hamburguesería ubicada en Cosquín y avenida José Manuel Estrada (continuación de Sarmiento). “Allí encontramos múltiples falencias en lo que respecta a la manipulación de alimentos y ya habíamos concurrido el pasado 2 de abril pero se hizo caso omiso y volvieron abrir” finalizó Cánepa.
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