Una clase media que buscó previsibilidad, el factor detrás del triunfo de Piñera

Una clase media que buscó previsibilidad, el factor detrás del triunfo de Piñera

El presidente electo sorprendió con una victoria mayor de la esperada gracias a sus promesas de estabilidad y el temor a "Chilezuela"

SANTIAGO, Chile.- Ninguna encuesta y ningún experto electoral en Chile visualizaron el triunfo arrollador de Sebastián Piñera sobre Alejandro Guillier en el ballottage del 17 de este mes. Se hablaba de empate técnico y de una definición incierta y estrecha, pero nada de eso ocurrió. El único pronóstico certero -y también obvio- fue que ganaría el candidato que consiguiera movilizar más electores. Piñera finalmente obtuvo el 54,58% de los votos y logró noquear a Guillier, que logró el 45,42%.

Ahora los analistas revisan los números, hablan de votos del izquierdista Frente Amplio que se fueron a la oposición, de campañas del terror tipo "Chilezuela" y de una sociedad de centro, ambigua e impredecible. Todo sirve para explicar el resultado, pero los únicos que pueden contar qué los movió a elegir nuevamente a la derecha son los ciudadanos que Piñera logró seducir.

Daniel de los Ríos es conserje en un edificio del centro de Santiago. Tiene 43 años y comparte vivienda como allegado con nueve familiares más. Tiene auto, pero también deudas. Entre él y su esposa suman un salario de 1300 dólares mensuales que les ha impedido tener una casa propia. "Postulamos [al subsidio estatal] y quedamos fuera, porque estamos por sobre el rango de la clase vulnerable. En los bancos tampoco nos dan crédito hipotecario, porque no ganamos lo suficiente. De los Ríos votó dos veces. La primera fue en 2005, por Michelle Bachelet. El giro fue porque está decepcionado y porque "el discurso de Piñera de ayudar a la clase media" le dio esperanza. "Escuché los debates y fue más concreto. Guillier se daba muchas vueltas y era la continuidad. Ahora espero que cumplan con la educación gratis. Tengo una hija de nueve años que la va a necesitar", contó.

José Luis Jarry tiene 38 años, trabaja en el norte de Chile, en Mejillones, en una termoeléctrica. Es una zona en la que usualmente los votos iban a la izquierda, pero esta vez la minería no respaldó a Guillier, que solamente ganó en dos de 15 regiones, las más australes. Jarry se ubica en la clase baja. Su esposa y sus dos hijos viven en Santiago. Votó por Piñera porque aspira a la estabilidad laboral y a un mejor estándar de vida. En los últimos años su situación fue mala. "No había trabajo. Estuve desempleado cuatro meses, se redujeron los cupos y faltó el empleo. Ahora tengo un trabajo temporal", contó.

Jarry, que fue vocal de mesa en Concepción, 500 kilómetros al sur de Santiago, agregó que movilizó a sus compañeros de trabajo que piensan similar a él y que sumó casi 500 votos.

El 36% de la primera vuelta hizo enojar a Piñera (esperaba más de 40%). Al día siguiente, reordenó el comando y puso énfasis en el área territorial: se reactivó una red de ex autoridades y líderes en más de 100 ciudades, se articularon las redes sociales con el territorio, se logró que la derecha saliera a la calle y que en el ballottage hubiera al menos un apoderado por mesa.

Ese despliegue llegó hasta Augusto Vargas (43 años), pescador y campesino en la isla de Quehuil, en Chiloé. Él y la mayoría de sus compañeros de trabajo votaron por Piñera aunque saben que está más cerca de los intereses de las grandes pesqueras que de ellos y que en su gobierno se tramitó una polémica ley de pesca por la que algunos industriales habrían pagado a parlamentarios y autoridades para salir favorecidos. "Soy representante de un sindicato y tenemos una mesa en la que podremos debatir ese tema", aseguró Vargas, y agregó que a Piñera lo apoyó por un tema "de confianza". "Él ya fue presidente y vimos en la isla que sí fuimos tomados en cuenta, sí vimos ayuda. A Guillier, en cambio, no lo conocimos mucho".

El geógrafo Juan Correa trabaja en desigualdad y segregación urbana y elaboró mapas donde cruzó los resultados de primera y segunda vuelta con el padrón y la condición social de cada comuna. Así llegó a la hipótesis de que "hay una correlación muy alta entre la gente que no vota y los sectores vulnerables, donde tienen menos interés o sienten que su voto no sirve". Eso se vio en La Pintana, con apenas 37,3% de votantes del padrón. El caso opuesto está en las comunas de clase alta, como Vitacura y Las Condes, donde la participación llegó al 73% y Piñera tuvo más del 80% de los votos. "La Pintana -dijo Correa- redujo en este caso su peso electoral", lo que puede explicar la distancia de votos entre Piñera y Guillier.

Los números que dejó el ballottage

3.796.579

Votos

Obtuvo Piñera en la segunda vuelta; a pesar de que las encuestas pronosticaban una contienda estrecha entre el ex presidente y Guillier, el candidato de Chile Vamos obtuvo el 54,58% de los votos, 1.379.363 más que en la primera vuelta

3.159.902

Votos

Obtuvo Guillier; con el 45,42% de los sufragios, no logró consolidar su sector ni atraer nuevos electores

80%

De los votos

Logró Piñera en las comunas más ricas, como Las Condes y Lo Barnechea; allí, la participación fue del 73%, mucho más alta que en las comunas pobres

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