Hace dos meses lanzó su campaña para ser intendente de San Miguel y desde entonces desarrolló una intensa actividad para instalar su nombre en cada rincón del municipio. Viene manteniendo reuniones con los vecinos en distintos barrios, sobre todo periféricos, y saturó las calles con afiches donde se presenta como una nueva alternativa a la estructura de partidos tradicionales que configuran a San Miguel. El eje de su propuesta tiene su impronta en la base, es decir en los vecinos para ir construyendo poder de abajo hacia arriba, y siempre teniendo en cuenta las necesidades básicas particulares.

    «Creo que lo que me lleva a ser candidato es la falta de participación o la imposibilidad de ser escuchado al momento de tener que plantear algún tipo de necesidad o reclamo. Eso ha hecho eco en uno, lo he podido conversar con amigos y, teniendo por un lado la instrucción y por otro lado la posibilidad de ver algunas cosas en detenimiento, me empujaron a tomar la decisión de participar para poder opinar con más formación política sobre temas que entiendo que hay que mejorarse», dijo Dágata sobre el porqué de su postulación.

Él considera que «el ciudadano debe ser escuchado en cuanto a lo que son las necesidades como por ejemplo iluminación, seguridad, cloacas, agua corriente, o poder saber qué es lo que pasa en el HCD, donde le puede dar una mano la municipalidad, porqué la salita tiene un médico que cumple horarios escasos, etc. Para eso este espacio nace, para escuchar a los vecinos y que sean los protagonistas de su propia historia en el barrio».

San Ambrosio, San Jorge, Obligado, Mitre, Barrufaldi, Bella Vista centro, Muñiz y otros barrios más es donde se reunieron con los vecinos a contarles la propuesta; allí escucharon a la gente que no sabe dónde y cómo reclamar: «Nos piden herramientas para poder accionar; nuestra idea es coordinar esta actividad y darle al vecino las herramientas para que canalicen el reclamo y acompañarlo en ese reclamo. Hay que decirle al funcionario que el vecino tiene ganas de organizarse y que confíe en el vecino a la hora de ejecutar una obra o de implementar algún tipo de servicio», indicó.

Luego se refirió a la estrategia que tienen desde el espacio para mejorar la administración. «Nuestra estrategia es tener 37 mini municipios que estén conformados por los propios vecinos que quieran trabajar en función del barrio y de ahí coordinar con la municipalidad el trabajo que dice la municipalidad que está haciendo pero que los vecinos no lo ven. Para que la municipalidad lo haga como los vecinos entienden que tiene que solucionarse su problema y no como ellos creen. A partir de ahí nace esta pelota que se está haciendo de participación».

    La idea clara

    Entre las reuniones que tuvo también se acercaron punteros políticos de otros espacios, sin embargo Dágata los trató como si fueran vecinos porque no necesita «ni laderos ni ventajeros» porque «lo único que queremos es trabajar con los vecinos en los barrios». Considera que hay mucha mano de obra desocupada y que deben ordenarlos en bolsas de trabajo y así darles trabajo a ellos. «De la misma manera podemos ordenarnos cuando la municipalidad tiene que hacer una vereda; lo podemos hacer los vecinos y no salir a buscar mano de obra afuera. Hay que ponerse objetivos alcanzables en el corto plazo», agregó.

En cuanto a la recepción que tienen para con ellos la gente dijo que es buena porque no están en la política enviciados del armador o del choripán y que no prometen nada: «Son ellos y nosotros los que tenemos que tomar la posta en la solución de nuestros problemas. Cuando queda claro eso el vecino se pone como con un compromiso y muchas ganas y ahí hay que coordinar y no fallarle. Esa representación que tiene el espacio político en un barrio seguramente puede coordinar alguna actividad porque los intereses son comunes». 

    Consultado sobre si con el presupuesto local se pueden cubrir todas las necesidades de la gente, Dágata fue contundente: «Entiendo que tiene que sobrar. El tema es cómo se afectan esos recursos. Hay que optimizarlos, controlarlo con los ediles, el intendente y los vecinos. Controlando y participando no solo de la ejecución sino de los proyectos. Hay mucha gente que está altamente calificada para pedirle compromiso y participación y seguro se van a optimizar muchos recursos de esa manera, no solo en la compra sino en la ejecución del gasto también».

    Finalmente dijo que están preparando al capital humano para el caso de que en diciembre tuvieran que asumir la intendencia. «Estamos trabajando en la formación, nos estamos preparando para ser intendente, no para ser candidatos nomás. Tenemos equipos técnicos y cada uno está abocado en una actividad distinta, en salud, educación, administración municipal, en compras para los distintos sectores, en perfeccionar el sistema para la comunidad para que el vecino pueda ver el proceso de una compra o un insumo. Al municipio hay que abrirlo, hoy con internet se puede».