Interminables caravanas y mucha alegría en el centro bajo un solo color Celeste y Blanco.
Nacidos para sufrir pero con la confianza intacta y las manos mágicas de “Chiquito” Romero que nos depositaron en la final al no fallar ningún penal y allá vamos por el cuco Alemania a buscar la gloria.
Hoy también como en cada triunfo de la selección la ciudad se volcó a la zona céntrica en interminables caravanas y mucho colorido para la gran celebración.
Los cánticos para Brasil y para máxima que gritó en los penales con la camiseta de Holanda a la que le dedicaron la vaca holando-argenta y la alegría interminable de chicos grandes y familia en un día de la Independencia que será interminable.
Salud Argentina y el domingo todos por un sueño¡
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