La ciudad, con un panorama laboral lleno de conflictos e incertidumbre

La ciudad, con un panorama laboral lleno de conflictos e incertidumbre

Los estatales denuncian 25 despidos en el distrito. Los gastronómicos sufrieron el cierre de dos locales en menos de un mes y 20 trabajadores quedaron en la calle. Los empleados de comercio advierten que ya no se reemplazan los puestos de empleo que se pierden.

Despidos y momentos tensos en las oficinas públicas. Comercios que sienten el impacto de la caída de las ventas y amenazan con bajar la persiana. Restaurantes que cierran o deciden abrir sólo los fines de semana. El panorama laboral en Mar del Plata, la ciudad que mientras hubo índices de desempleo siempre apareció en el podio, parece empeorar. La incertidumbre se palpa tanto en el sector público como en el privado y algunos gremios, mientras reclaman medidas urgentes para recomponer la situación social, avisan que el invierno será “muy duro”.

La inflación, la devaluación y los aumentos en las tarifas de los servicios públicos llegaron con más prisa que los aumentos salariales. Esa desproporción, inocultable, pega más fuerte en algunos sectores.

“Lamentablemente está muy complicada la situación. El empresario, dentro de todo, ha tenido la oportunidad de incrementar los precios y ha logrado hacer un colchón. El trabajador está desde el año pasado a la fecha con un mismo sueldo”, compara Mercedes Morro, la secretaria general de la Unión de Trabajadores Hoteleros y Gastronómicos (Uthgra) en Mar del Plata. “Deberían entender los empresarios que el trabajador ha puesto el hombro y mucho. Una vez les toca poner el hombro a ellos”, agrega.

Su sindicato es uno de los que más está padeciendo el ajuste. Por distintos motivos, en un mes cerraron dos locales gastronómicos en el centro y dejaron en la calle a unos 20 trabajadores. A eso se le suma que algunos restaurantes, por falta de comensales, decidieron abrir sus puertas solo los fines de semana, lo que implica una reducción de la jornada laboral y, en consecuencia, una disminución salarial. “Realmente estamos muy preocupados”, apunta Morro.

“El panorama para el invierno no es el mejor”, advierte enseguida, y recuerda que la temporada de verano, clave para los gastronómicos, “fue la peor después de la de 2001-2002”.

La misma percepción embarga a Guillermo Bianchi, secretario gremial del Sindicato de Empleados de Comercio. “Mar del Plata es una ciudad de las más castigadas del país. Se juntaron cuestiones cíclicas con cuestiones coyunturales. Cíclicas porque después de Semana Santa sigue siendo una ciudad que tiende a una brusca caída en las ventas y en el consumo, pero por otro lado hay un proceso de inflación que no está pudiendo detener el Gobierno, que se sumó a un proceso de devaluación y una temporada que duró 35 días”, cuestiona.

Sin reemplazos

Cada empleado de comercio que deja de trabajar no es reemplazado. Ese solo dato, por más que la causa no sea un despido, preocupa el gremio mercantil. “Puesto de trabajo que se pierde no se reemplaza y por otro lado algunos comercios han empezado a tener atisbos de una brusca baja en las ventas. Estamos avizorando que puede empezar un invierno muy duro en cuanto al desempleo en el sector comercial”, lamenta Bianchi.

En el sector público, las críticas más fuertes al gobierno se escuchan en la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). “Con el cambio de gobierno, los trabajadores del Estado venimos sufriendo algo que era inédito desde la recuperación de la democracia. Ningún presidente nos había tratado tan mal como Macri. Inclusive en la década del noventa te echaban y no te decían nada. Ahora, lo que ha hecho el gobierno de Macri es provocar un enfrentamiento entre el trabajador estatal y el público que atendemos”, sostiene Ezequiel Navarro, secretario general de ATE Mar del Plata.

Lo explica así: “Nosotros estamos en todos los ámbitos a los que acuden quienes tienen que hacer un trámite o tienen una necesidad, ya sean los hospitales, las escuelas, el PAMI o la Anses. Hasta hace algún tiempo, ibas a una dependencia pública y sabías que tenías que esperar para hacer un trámite. A partir de que Macri nos trata de ‘ñoquis’ a todos, como si todos hubiéramos sido contratados por el kirchnerismo, se generó un ambiente de malestar permanente en las oficinas públicas. Cuando un trabajador se demora un poco más de lo habitual, se genera rápidamente un clima tenso”.

Así, Navarro reconoce que más allá de que “el discurso oficial que dice que todos los empleados públicos son ‘ñoquis’ está lejos de la realidad, ha prendido mucho en gran parte de la población”.

ATE denuncia 25 despidos en la ciudad. Esos empleados tenían distintos tipos de contrato y revistaban, según detalla Navarro, en el Ministerio de Desarrollo Social, el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial), el Inidep (Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero), el Centro de Documentación Rápida y la Gerencia de Empleo de la sede local del Ministerio de Trabajo de la Nación.

Navarro distingue algunos casos emblemáticos para ATE. Como el de la despedida del INTI, madre de tres hijos, que hacía 11 años que estaba contratada. O como el más extremo de Yolanda Mercedes, la auxiliar de educación que murió al enterarse de la reducción salarial que había sufrido por hacer paro. “Nosotros vemos que el panorama es muy peligroso y que tiene un sentido: el de achicar el Estado”, define Navarro.

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