La ciudad “va a ser un caos”

La ciudad “va a ser un caos”

Comienzan las obras para derivar agua al Bajo Giuliani. El intendente admitió que la capital pampeana tendrá obstáculos notables. 

Advirtió que “si llueven 5 milímetros nos hace un desastre”. Y sobre la queja de habitantes del Malvinas, apuntó que “la opinión de los vecinos no tiene mucha injerencia”.

La ciudad va a “ser un caos”. Así lo admitió el intendente Leandro Altolaguirre al definir las obras que se pondrán en marcha en las próximas horas con el objetivo de “exportar agua” hacia la cuenca del Bajo Giuliani.

El jefe comunal, además, dijo que el nuevo cuenco que se hace en el barrio Malvinas Argentinas, y que despertó el enojo de algunos habitantes de ese sector de la ciudad, es imprescindible en el momento actual: “Hoy la opinión de los vecinos no tiene mucha injerencia”, aseveró.

Altolaguirre estuvo presente ayer en algunas de las tareas que se hicieron con la idea de poner en marcha el mecanismo que lleve agua hacia el Bajo Giuliani: eso demandará la colocación de caños y puentes en distintos puntos de la ciudad, la interrupción del tránsito, la modificación del recorrido del transporte urbano y otros inconvenientes.

En ese contexto, el jefe comunal advirtió que aun con esas tareas “si llueven 5 milímetros, nos hace un desastre”.

Respecto del nuevo cuenco en la zona norte de la capital provincial, lo defendió: “en realidad son obras de mitigación. Hoy la opinión de los vecinos no tiene mucha injerencia, son operativos para que no se inunden. No son soluciones definitivas, sino sacar el agua de la ciudad. Si caen 5 milímetros, nos hace un desastre porque tenemos un exceso hídrico en la ciudad”.

Inconvenientes

Altolaguirre calculó que se va a empezar a trabajar en el bombeo de agua este miércoles. Ayer estaba con varios funcionarios “viendo bien el lugar para ver qué intervenciones hay de gas, energía, agua, para no romper caños, o tener el menor inconveniente posible”.

“Estamos viendo la traza definitiva para el bombeo”, comentó. Lamentó que “en el mercado no se consiguen bombas por la situación de emergencia del país”.

Las obras en la ciudad obligarán “a reformular todo el tránsito, se van a generar inconvenientes, pero es una obra de emergencia. Son medidas extremas, después veremos de generar el menor inconveniente posible”.

Como parte de eso, “tenemos más puentes del Ejército, pero los micros no los pueden subir, porque son bajos; otros autos también van a tocar. La alternativa pasaría a ser la calle Méjico, la Utracán...”, enumeró.

Desde ya, “se va a reformular el recorrido de los micros. Va a ser un caos -admitió Altolaguirre-. Pero bueno... es la medida más rápida que tenemos, la menor pendiente a vencer y el menor recorrido”.

El Bajo, “sin problemas”

También aclaró que “el nivel de la laguna no es el ‘pelo’ verdadero. Toda la parte superior de la laguna se está bombeando, es una masa muy importante de agua. Hay distintas medidas de mitigación para liberarnos de ese agua”, reiteró.

Insistió en que “el tema es ver las alternativas para la exportación de agua hacia la cuenca del Bajo Giuliani y por otro lado distintos usos alternativos del agua para ir liberando y bombeando a distintos receptáculos”.

Según el intendente, el Bajo Giuliani “puede recibir sin problemas, tiene una superficie 6 veces superior a la laguna. No es tampoco que tiramos toda el agua de un día para el otro, ojalá pudiéramos”.

Informó, por otra parte, que se inició un terraplén en los barrios El Faro y Almafuerte, para meter las bombas y sacar el agua de esos puntos.

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