Cinco ingenios tucumanos firmaron un convenio para industrializar la vinaza

Cinco ingenios tucumanos firmaron un convenio para industrializar la vinaza
El Gobierno de Tucumán afirmó que con la concreción del proyecto que encabeza Crealab, se logrará “la producción en equilibrio con el ambiente”.

En la sala de reuniones del Ministerio de Desarrollo Productivo de Tucumán, cinco ingenios que poseen destilería se sumaron al acuerdo firmado con Crealab en el marco del convenio de Reconversión Industrial (CRI).

La rúbrica del acuerdo estuvo refrendada por los directivos de los ingenios La Corona, Santa Rosa, Trinidad, Leales, Bella Vista, La Fronterita y Santa Bárbara, en compañía del ministro de Desarrollo Productivo de Tucumán, Jorge Feijóo, y el secretario de Medio Ambiente de Tucumán (Sema), Alfredo Montalván.

Las empresas se agregan a otros ingenios, que la semana pasada firmaron el convenio para el tratamiento de la vinaza que producen durante la destilación de alcohol.

Objetivos

El secretario de Medio Ambiente de Tucumán, Alfredo Montalván, manifestó que el emprendimiento “apunta a la producción de sulfato de potasio y a la obtención de energía. Lo que más atrae, además de la elaboración de los derivados mencionados es que las destilerías que entreguen sus vinazas recibirán una retribución por metro cúbico entregado y además las mismas pueden ser socias del proyecto”.

Montalván destacó que con la puesta en marcha de este programa, Tucumán iniciará un gran salto hacia la producción en equilibrio con el ambiente.

Detalles

Mónica Cabariti gerente de Crealab, explicó que los ingenios se comprometen a proveer con un plazo de 30 años la vinaza que producen a partir de la destilación de alcohol. Este proyecto es una planta de tratamiento en común que va a tener como subproductos energía eléctrica, energía de cuenta renovable y fertilizante, sulfato de potasio

“La vinaza de ser hoy un contaminante y un residuo, se transformará en materia prima generadora de subproductos que mencioné, energía eléctrica y sulfato de potasio. El proceso en sí se trata de evaporar y concentrar la vinaza de manera que se transforma en un biocombustible, éste se quema en una caldera no convencional, sino en una caldera de recuperación de químicos, similar a la que tiene aquí Papelera del Tucumán, la que utilizan los papeleros y de esa caldera se utilizan como subproductos la energía renovables y en el fondo sale un fundido que se trata en un última etapa con ácido sulfúrico y se convierte en sulfato de potasio que es un fertilizante utilizado en agricultura”, explicó.

Cabariti dijo que el proyecto tiene “una inversión muy importante que estaría cercana a los 100 millones de dólares”.

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