Cientos de zapatos rojos contra el femicidio llegan a Buenos Aires

Con trescientos pares de zapatos rojos, cobra presencia la ausencia de las mujeres víctimas de femicidio: 275 en nuestro país murieron entre la primera y la segunda marcha #NiUnaMenos, que sembró conciencia para que cada vez sean más los que levantan el puño en alto y dicen basta.

Desde el jueves se podrá ver la instalación colaborativa (o pieza de “artivismo”) que busca sembrar conciencia respecto de la violencia de género, que ya se presentó más de 80 veces en distintas partes del mundo desde 2009.

Su autora, la artista mexicana Elina Chauvet, tutela su montaje en la feria Arte Espacio, para esta versión local que no es la primera en la Argentina: Chubut, Jujuy, Resistencia y Rosario, entre otras ciudades, ya habían hecho antes sus versiones de esta manifestación quieta y silenciosa.

“Visibiliza la ausencia de una víctima. Le da voz. Y hace ver que los números de la violencia son reales”, se pronuncia la artista, que nació en Ciudad Juárez en 1959. Ahora vive en Mazatlán, Sinaloa, y desde ahí trabaja, conectada con todo el mundo. “La obra, como los hijos, ya anda sola. Pero detrás de cada instalación siempre estoy coordinando y dando apoyo”, dice.

La obra viaja conceptualmente. Empieza meses antes, cuando alguien dona un calzado y se comienza a hablar del tema. “El solo hecho de dar despierta una generosidad y un sentir positivos, un compromiso. La gente se vuelve parte de la creación y se convierte en un asunto personal e íntimo. Sigue cuando participan escuelas, asociaciones civiles, artistas o gobiernos. El problema de la violencia a las mujeres es transversal, permeable a todos los grupos de la sociedad y en cualquier lugar del mundo.”

El rojo no es pasional, como el eufemismo que se usa mal para atenuar los crímenes contra las mujeres; representa la sangre. Denise Tapella es una de las artistas participantes de esta intervención en Buenos Aires: “Doné mis suecos del taller de hace años, cómodos, conocidos, a mi medida. Vienen a ser mi símbolo de paz”. El dibujante Drouville preparó unos borcegos con nombres de víctimas. “Es impresionante lo que generó esta obra; un abrazo solidario de gente que se quiere involucrar”, cuenta Josefina Arauz, coordinadora de la instalación de Arte Espacio. También Josefina Robirosa, que pintó unos tacos con aerosol, y María Boneo, con un par de plataformas con hebilla, hacen su aporte.

Arte Espacio dedicará a esta obra una terraza que mira al Hipódromo de San Isidro en el marco de esta nueva edición en Espacio Darwin (avenida Santa Fe 35, San Isidro). Desde este jueves y hasta el lunes 22, de 13 a 21 (viernes y sábado, hasta las 22). Entradas: $ 130. Pase libre: $ 150. Pase libre + catálogo: $ 200. Menores de 12 años: gratis.

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