El promocionado cacerolazo del 8A, convocado a través de las redes sociales, se hizo sentir anoche en Tucumán, al igual que en otros puntos del país. Aproximadamente mil personas, según cálculos de la Policía, salieron a las calles para marchar a la plaza Independencia, donde tuvo lugar la concentración, con una variada mezcla de reclamos y críticas en contra del Gobierno nacional y provincial.

Golpeando sus cacerolas, tapas de ollas, redoblantes, tubos de acero, bombos y botellas plásticas, o simplemente haciendo palmas, los manifestantes expresaron su descontento con las políticas públicas en una movilización que comenzó minutos después de las 20.00 y se extendió hasta pasadas las 22.00, sin que se registren incidentes. La manifestación, en comparación con anteriores convocatorias, tuvo claramente una menor participación, pero igual el descontento se hizo notar.

"Contra la corrupción"; "Contra la impunidad"; "Basta de Autoritarismo"; "No a las candidaturas testimoniales"; "Basta de inseguridad" y "No al uso clientelar de los pobres" fueron algunas de las consignas, expresadas en afiches y pancartas, como así también en los cánticos, que signaron la marcha de los indignados tucumanos. También hubo reclamos en contra de la reforma Constitucional, tanto en el plano local como en el nacional, al igual que pedidos para garantizar la independencia judicial y exigir el pago del 82 por ciento móvil a los jubilados transferidos.

El Movimiento Cívico Ciudadano (MCC) colocó una pantalla gigante en la plaza Independencia en la que se reprodujeron imágenes de artículos periodísticos sobre presuntos casos de corrupción en la Nación y en Tucumán. En tanto, la agrupación "Gente Indignada en Movimiento" instaló una carpa en el paseo público adornada con afiches en contra del titular de la Mutualidad Provincial, Víctor Deiana, por los despidos de personal en esa repartición. También se vio en la manifestación a un grupo identificado como "Movimiento Universitario Indignado", que portaba afiches y pancartas contra el rector de la UNT, Juan Cerisola, a quien criticaron por el manejo del presupuesto universitario y el escándalo de los títulos en Derecho.

En el cacerolazo, concretado a solo tres días de las PASO, también hubo espacio para manifestaciones netamente electoralistas, como la presencia de los jóvenes "boinas blancas" que responden al precandidato a diputado nacional Ariel García, o los panfletos del MCC instando a votar contra el kirchnerismo el próximo domingo.

Un momento tenso se vivió cuando un chofer de la Gobernación, que tenía estacionado su vehículo en el acceso al Palacio Gubernamental por calle 25 de Mayo, quiso salir y los manifestantes le bloquearon el paso, obligándolo a retroceder. Cuando los indignados comenzaron a dar una vuelta a la plaza Independencia, el conductor aprovechó la distracción y corrió el vehículo hacia el estacionamiento de calle San Martín.