El Ciclón pasó de ganar cómodo a quedarse con un triunfo agónico

El Ciclón pasó de ganar cómodo a quedarse con un triunfo agónico

A los 34 minutos del segundo tiempo, San Lorenzo ganaba 2-0 y estaba tranquilo. Pero se metió muy atrás, se lo empataron y terminó festejando gracias a un penal que convirtió Ortigoza en el descuento. Igual, el equipo que conduce Bauza fue un justo ganador porque Argentinos mostró muy poco.

De la comodidad al desconcierto. De la tranquilidad al nerviosismo. De ganar con holgura a sufrir por sus propias decisiones. De la bronca por ese 2-0 que no pudo mantener al desahogo con ese gol de penal de Néstor Ortigoza para llevarse unos de sus triunfos que cuando mire por el espejo retrovisor valdrá mucho.

San Lorenzo, en definitiva, pasó por todos esos estados para ganar por 3-2 ante Argentinos y para situarse en la punta en soledad al menos hasta que hoy juegue Boca. Porque otra vez, como ante Crucero del Norte, sufrió para cantar victoria y para llevarse un éxito de esos que, pese a los vaivenes, agrandan e insuflan confianza. Porque el Ciclón había estado arriba, había hecho un buen primer tiempo y también había sido la contracara en el complemento. Ahora, sin embargo, poco le importan esos momentos de zozobra. Delira porque el campeonato le sonríe. 

El Santo, igual, sabe que necesitará algún ajuste para evitar estas agonías. Porque en los 45 minutos iniciales la historia parecía sellada ante el Bicho, un rival complicado pese a que en este torneo anda complicado y hace un buen rato que no gana. El conjunto comandado por Edgardo Bauza exhibió sus dos facetas: buen fútbol y superioridad en el primer tiempo desde los pies de Sebastián Blanco y complicaciones cuando decidió cuidar el resultado cerca del debutante José Devecchi. 

Es que cuando pensó en el arco rival sacó un campo de distancia. La muestra fue el 2-0 en el que armó una gran jugada para que Héctor Villalba terminara resolviendo en el área chica con un bombazo. Ese derechazo fue la culminación de una serie de combinaciones que fabricó con paciencia desde que Sebastián Blanco esperó el momento justo para habilitar a Emanuel Mas, el lateral fue hasta el fondo y, como indican los manuales, sacó un centro al fondo que terminó en la definición de Tito después de que Martín Cauteruccio ensayara un taco sin éxito. Así le sacó jugó a los desconciertos defensivos del Bicho, un equipo golpeado y enemistado con su gente que lo hizo notar desde el arranque con canciones y con las trapos dado vuelta en las tribunas. 

Antes del cuarto de hora y del golazo de Villalba, Matías Caruzzo, el salvador en la victoria agónica frente a Crucero, había desnivelado en una acción ciento por ciento de la dupla central. Porque Mario Yepes saltó bien alto para bajar la bocha y Caruzzo, surgido del semillero de La Paternal, anotó en el área chica. Fue el cuarto gol en lo que va de la temporada, la mejor de su carrera en esa faceta. 

Esa ventaja de Caruzzo acomodó a San Lorenzo que, desde ahí, fue superior y jugó con el nerviosismo del local, ese estado que quedó al descubierto con alguna pierna de más o el enojo desmedido de Cristian Ledesma cuando le tiró unos manotazos a Villalba porque entendió que el volante hizo tiempo al salir remplazado por Franco Mussis. 

Es que hasta ahí, Argentinos no encontraba razones para creer en la recuperación. Ni siquiera la equivocada decisión de meterse atrás del Ciclón lo ayudaba a confiar en que la noche podía cambiar. Sólo había aproximado peligro con dos centros en el comienzo del complemento. Había levantado un poco su nivel pero no le alcanzaba. Hasta que Ezequiel Ham le pegó de primera para encontrar el descuento. Ezequiel Garré, con un zurdazo exquisito, logró el 2-2 impensado. 

En seis minutos, San Lorenzo destruía todo lo construido en los 45 minutos iniciales en los que dominó a placer. En 360 segundos, Argentinos pasó del desconcierto a la recuperación en un partido infartante. Pero quedaba algo más. Joaquín Laso, flojo toda la noche, derribó a Pablo Barrientos y entonces Ortigoza, el infalible en los penales, el ex Argentinos, convirtió ese gol que él no quiso gritar. En Boedo, en cambio, resonó en cada esquina porque el Santo, pese a todo, sigue marchando.

 

Torrico quiso estar, pero al final no pudo

 

Pese a haber atravesado una semana difícil, Sebastián Torrico había decidido concentrar con el equipo y concentrar junto a sus compañeros para enfrentar a Argentinos. Se lo pidió a Edgardo Bauza y el entrenador se lo concedió. Sin embargo, el arquero se quebró cuando llegó al Estadio Diego Maradona: no pudo contener las lágrimas y, en el vestuario, se largó a llorar por la situación delicada en la que se encuentra su hijo que nació sietemesino. Ocurre que el estado de salud es complejo y, finalmente, el jugador decidió no jugar e irse con su familia. Recibió, además, el aliento de sus colegas: en Mendoza, por caso, Independiente y Ferro salieron con una bandera que decía "Fuerza Seba". Por esa ausencia, José Devecchi sumós sus primeros minutos en Primera .

 

A pesar de otra derrota, Gorosito no renunció

 

El DT de Argentinos, que en la semana dijo que una nueva caída complicaría su futuro, habló y manifestó sus deseos de seguir.

 

Lamentándose lógicamente por la derrota sufrida en el descuento, pero entero, con ganas de revertir la historia, más allá de sus dichos en la semana, Néstor Gorosito, el entrenador de Argentinos, analizó el octavo partido consecutivo sin ganar de su equipo.

"En el primer tiempo San Lorenzo fue superior a nosotros y lo plasmó con los dos goles. Cometimos errores, como mirar la pelota y no al rival (en referencia al primer gol del Ciclón). Pero en el segundo Argentinos se adelantó, corrió y llegó, creo que merecidamente al empate", desmenuzó Pipo.

Sobre los insultos de los hinchas, el DT del Bicho dijo: "Las gran mayoría de los jugadores de este equipo son chicos del club. Fuimos mejores con el apoyo de la gente. Al jugador no hay que insultarlo; por más que lo insulten, no va a jugar mejor. Uno entiende el fastidiuo, el enojo, pero a estos pibes hay que bancarlos, se rompen el alma por los colores."

En la semana Gorosito manifestó que en caso de una derrota analizaría su continuidad "porque no quiero hacerle mal a este club". Sin embargo, consumada la caída con San Lorenzo, el técnico no tomó ninguna decisión. "Por ahora, sigo. Quiero revertir eso, creo que tenemos con qué hacerlo", afirmó.

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