Chiyo hizo la gran Casildo Herreras

Chiyo hizo la gran Casildo Herreras

Bacileff Ivanoff va camino a ser un zombie político. En los últimos días batió todos los récords de ausencia al frente de actos o actividades en el Ejecutivo y no sale del ostracismo; ni siquiera se pronunció sobre el caso Nisman.

La ausencia del gobernador provisorio, Juan Carlos Bacileff Ivanoff, batió en los últimos días el récord de ostracismo de un jefe de Estado provincial con más de un mes sin protagonizar hechos institucionales de carácter público. Ni siquiera cuando el peronismo en pleno se reunió en Casa de Gobierno para pronunciarse sobre el caso Nisman, Chiyo mostró la cara, convertido en todo un cultor del estilo Casildo Herreras.

Tal como hiciera el recordado secretario general de la CGT, Bacileff Ivanoff resolvió desaparecer del ámbito público y se llamó a silencio sin previo aviso, con una última aparición pública en vísperas de Navidad. Después comenzó a comportarse como un gobernador fantasma que ni siquiera pone el cuerpo en situaciones de alta complejidad política como el nuevo paro anunciado por el arco sindical docente.

La oferta salarial que presentó el ministro de Educación Sergio Soto, no sólo resultó insuficiente en para los gremios, sino ofensa para los dirigentes que vislumbraron la intención de dividir a las organizaciones del sector con la propuesta de que «se repartan como quieran» los $500 millones que promete el Gobierno para todo el año.

Ni así Bacileff Ivanoff apareció en escena, y sumó otro asunto pendiente más a una serie de interrogantes que, sin respuesta, le hacen un flaco favor a la imagen de la actual administración peronista. Entre ellos, la sospecha de que la familia del mandatario sustituto construyó un lujoso hotel para turistas extranjeros en sus campos de El Impenetrable, una versión que se conecta con el afán demostrado por Chiyo en pavimentar la ruta provincial 9 mediante la hasta ahora incumplida venta del avión gubernamental LearJet.

También sigue en la nebulosa la versión de un vaciamiento de Fiduciaria del Norte a partir de las decisiones adoptadas por el ahora influente subsecretario Legal y Técnico de la Gobernación, Pedro Miró, en quien Bacileff pareciera confiar más que en los ministros o incluso su propio hijo Darío.

En consonancia con la gran Casildo de Bacileff padre, el presidente de la Cámara de Diputados parece haber abandonado sus acciones de campaña frontal en carteles, gigantografías y cortos televisivos como los que inundaron las programaciones locales hasta fines del año pasado. Sin embargo en las últimas semanas volvió a sumar presencias institucionales en distintos actos oficiales.

Como si la intención fuera que el apellido Bacileff Ivanoff no desapareciera por completo, el hijo gubernamental entregó camionetas para pacientes ambulatorios, recorrió emprendimientos industriales, vaticinó el crecimiento de Castelli y anunció la construcción de viviendas para empleados legislativos. Todo en un marco institucional y difundido mediante gacetillas oficiales. Todo en enero, en ausencia del gobernador en ejercicio.

¿Donde esta Chiyo?

En Casa de Gobierno hablan de unas reparadoras vacaciones desestresantes después de un año en el que desaprovechó su gran oportunidad de construir un espacio propio en el justicialismo.

Hoy, convertido en una silueta vacía dentro del PJ y con el Gobierno provincial en piloto automático, pasa sus días como un ermitaño de la política a la espera de que Jorge Capitanich retome el timón chaqueño. Borrado como Casildo, enfrenta el riesgo de terminar con el mismo estigma de zombi político que padeciera el ex jefe de la CGT con la recuperación democrática de 1983.

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