Chispazos entre capital y provincia (se piensa en 2017)

Chispazos entre capital y provincia (se piensa en 2017)

Como era de prever, la política comenzó a mostrar los primeros amagues de confrontación en Neuquén, apuntando al próximo año electoral, y hubo en las últimas horas un renacimiento de la tensión retórica entre el gobierno provincial y el capitalino.

La situación reconoce una puja por evidenciarse como más importante en la relación con el gobierno nacional de Mauricio Macri, para lo que se reconoce la disputa en la oportunidad de reclamos o concreciones que tienen que ver con la obra pública. La puja es directa entre Omar Gutiérrez, el gobernador –se reunió con Macri el martes- y Horacio Quiroga.

A partir de los dardos capitalinos hacia la mora en algunas de las obras gestionadas directamente por Gutiérrez, fue el ministro Mariano Gaido quien arrojó un poco de sarcasmo sobre la mesa este jueves, al afirmar que el gobierno provincial siempre estaba dispuesto a “dar una mano” al Intendente, al que veían –desde el Gabinete provincial, se entiende- como un poco “agobiado” ante los problemas. Quiroga había pedido una audiencia con el Gobernador. Esa audiencia seguramente se hará, pero en el mientras tanto, hay pirotecnia. También desde los cuarteles quiroguistas, desde donde rápidamente se le contestó a Gaido.

El mismo Quiroga se refirió al  tema. Y devolvió el dardo más envenenado que antes, mojado en la presunta ineficiencia del gasto público ejercido por el MPN. Para el Intendente, el Estado provincial directamente está fundido, y por eso Gutiérrez tiene que viajar a cada rato a Buenos Aires, a pedirle plata a Macri. Así, Quiroga relativizó el tema de su presunto enojo. “No estoy enojado, sino preocupado”, dijo.

En este contexto, aparece realzado nuevamente el tema EPAS, que sigue empantanado en las mismas aguas de la ineficiencia política neuquina en las que ha permanecido los últimos años. Quiroga fantasea con una municipalización sin inversiones ni personal a cargo del presupuesto municipal. Gutiérrez sigue más o menos la línea del MPN de la gestión anterior: quien maneje el EPAS, deberá hacer las inversiones que se necesiten, tal como ha hecho el gobierno provincial hasta ahora, bien o mal. En el medio, está el tema del contrato de concesión, vinculado al espíritu de esas concepciones, y por ende, trabado.

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