Y “chiquito” lo logró, Arnold se coló entre el macrismo y le tiraron el puesto de cónsul

Y “chiquito” lo logró, Arnold se coló entre el macrismo y le tiraron el puesto de cónsul

Hay cosas que no pasan desapercibidas y menos por casualidad. El gobierno nacional acaba de designar como Cónsul en Costa Rica, a Eduardo Arnold. El ex vicegobernador de Santa Cruz, amigo de Néstor y tumba de muchos secretos jamás revelados, hizo los deberes mediáticos, se ganó la confianza de Mauricio Macri y ahí está: ahora es Cónsul General. Aquí en Santa Cruz cobra 60 mil pesos de jubilación ¿Renunciará a su beneficio mientras cobra en dólares por la embajada?. 

Primero lo bueno: Eduardo Arnold es un excelente anfitrión, un eximio cuentista, un divertido compañero de asados y comidas entre amigos, que se divierten con sus interminables y bien contadas anécdotas políticas y especialmente las vividas por tantos años de convivencia con Néstor Kirchner.

Es, sin dudarlo, una de las pocas personas que más conoció a Néstor en su intimidad, lo imita a la perfección y recrea histriónicamente al ex presidente de una manera impecable, haciendo reír al auditorio circunstancial que indefectiblemente termina teniendo a “chiquito” como el bufón de la velada.

Produce carcajadas interminables cuando relata los affaire amorosos de Néstor cada vez que viajaban juntos en el avión provincial a algún lado del país. Cuando recalaban en Comodoro Rivadavia, cuando entonces volaba raudo a visitar a una hermosa legisladora de Tierra del Fuego, cuando el entonces gobernador con mucha plata, guardaba los billetes dobladitos y se negaba a pagar un café; no son pocas las anécdotas que Arnold cuenta de Néstor cuando “rosqueaba” y “amenazaba” y cuando no “traicionaba” a alguno de los suyos o de la “competencia política” en Santa Cruz y cada historia, es casi una pincelada de humor y de recuerdo vital y feliz.

Hombre de muchos recursos, de un profundo conocimiento de la política, de todos los personajes que la componen, casi un analista único de vida y obra de cada funcionario, ex funcionario, diputado y/o legislador que haya pasado por el Congreso y ni hablar de los que salieron de Santa Cruz; todo eso es en parte, Eduardo Arnold.

Propietario de un muy buen humor campechano, siempre dispuesto a las más locas interpretaciones de las volteretas políticas de sus congéneres y casi siempre acertado en las apreciaciones sobre el otro, es el tipo ideal para compartir un viaje, un asado o una fiesta, aunque no haría lo mismo en cuanto a lo político.

Pero Eduardo no dice todo lo que sabe, sino lo que le conviene. Y ese también es el “chiquito” que pocos o nadie (al menos en los canales de Tv y en los círculos de la política nacional), perciben o detectan.

Eduardo, fue el único legislador nacional por Santa Cruz, con el acompañamiento de otros pares de otras provincias, que en el año 2007 presentó un proyecto de repudio a los ataques de los cuales éramos objeto OPI Santa Cruz, por estar enfrentados editorialmente con los medios del poder en Santa Cruz, en ese momento en su más alto nivel de agresión, como era el diario de Rudy Ulloa Igor, sus radios, los medios de Lázaro Báez y los diarios oficialistas y/o medios comprados por la pauta oficial, que no dejaban de atacarnos ya sea de forma pública o a través de operaciones anónimas por la web y publicaciones cobardes que no mostraban ningún responsable detrás de el editorial de cada columna. Arnold estaba en plena campaña y quería diferenciarse. Lo hizo y en su momento, le agradecimos. Pero nunca dejamos de decir lo que de él pensamos como político y particularmente como alguien que vio el filón, para travestirse de “anti K” y salir como voz autorizada a transformarse en el oráculo que todos los canales se disputaron estos años, cada vez que un tema cercano al matrimonio presidencial, estallaba.

Como otras personas que salieron de esta provincia y se convirtieron en “voceros morales de la nueva política santacruceña”, sin decir todo lo que saben ni contar todo lo que son, Arnold hace tiempo viene recorriendo canales, “asombrando” a colegas reconocidos de diversos medios capitalinos que lo presentan “como el que más sabe de lo que pasa en Santa Cruz” o “como el que más conoce a Néstor y Cristina Kirchner”, pero se olvidan de dos cosas: uno, que Eduardo Arnold hace más de 20 año ya no vive en esta provincia, dos que lo que dice “chiquito” pertenece al anecdotario histórico que todos conocemos y no aporta ni una pizca de novedad, a los datos que envuelve en un marco casi de misterio y revelación para venderlo en los canales ante la vista atónita de periodistas y audiencia que por lo bajo expresan: “¡Faaaaa…! ¡Cuánto sabe este tipo…!“.

Lo malo de chiquito

Referenciado a otras épocas peronistas y aludiendo al gingle del recuerdo de la pizza y el champagne, podríamos decir que “Arnold lo hizo”; logró colarse entre el PRO, aliarse al “cambio y la renovación” y convenció a Mauricio Macri de que es la persona ideal para ir de Cónsul General a Costa Rica, tal como se desprende del Boletín Oficial, acto refrendado por la canciller Susana Malcorra, junto al propio mandatario, de acuerdo al Decreto 1020/2016, en el cual se le asigna a Arnold la categoría de “Representante Especial para la Promoción Comercial” bajo la “categoría de Consejero de Embajada y Cónsul General, al sólo efecto protocolar durante el desempeño de sus funciones“, expresa el instrumento legal.

“Dí lo que quieras menos lo importante”, pareciera ser el consejo seguido estos años por “Chiquito” Arnold, cada vez que encaró una cámara de televisión o un micrófono para contar obviedades como que a Néstor le gustaba la plata, que Lázaro era su socio y testaferro o que Cristina tenía mal carácter (aunque nunca dijo supo decir si Cristina era o no abogada) y cosas por el estilo, pero luego de 8 años codo a codo con el mayor delincuente de la política, como lo definió alguna vez al ex presidente, es difícil pensar que el conocimiento de sus acciones, negocios y corruptelas, sean tan simplificadas ¿O será que Arnold se cuidó siempre de no hablar más de la cuenta y no ahondar en cuestiones realmente importantes como son las maniobras que hicieron en la provincia con la obra pública, los Fondos de Santa Cruz, los presupuestos, el financiamiento de las campañas políticas, etc, donde él era parte necesaria del equipo y hasta podría autoinculparse?. Nosotros sabemos que es así, pero hay muchos que no.

“Pejito por pejito”

El propio Eduardo Arnold tiene entre su anecdotario, la miserabillidad de Néstor Kirchner y su apego a la plata. Siempre ha hecho gala de haber “visto” el lugar donde iban las cajas de seguridad en su propiedad de El Calafate, sin embargo nunca llegó a relatar hechos concretos de lo que allí había guardado, cuánto y de qué origen.

De acuerdo al recibo de haberes jubilatorios que OPI pudo obtener en exclusiva, Eduardo Ariel Arnold (Leg 800403) categoría 801 de la Administración Pública Provincial de Santa Cruz, Categoría 03-Cámara de Diputados, con domicilio en la localidad de Pico Truncado, en el mes de agosto de 2016, el ex gobernador cobró la suma de $ 50.097,61, libre de todo concepto, constituyéndose básicamente su salario por $ 23.474,70 por Código 810 “Zona Cámara” y $ 22.887,83 por “Antigüedad Cámara”, debido a su paso por la legislatura provincial.

No sabemos bien cuánto es la remuneración que Arnold va a percibir por la nueva función en la embajada de Costa Rica que le asignó el presidente Mauricio Macri, pero entendemos que a una de las dos percepciones deberá renunciar. ¿Suspenderá el cobro de su jubilación provincial, mientras dure sus flamantes funciones en la cancillería o en Costa Rica estará “ad honorem”, como se acostumbra a disimular en la política, el cobro de viáticos y gastos reservados que en conjunto configuran varios sueldos de los cobrados por la castigada Caja de Previsión Social de Santa Cruz? ¿Aprendió como Néstor a juntar pesito por pesito?-

Veremos cuál es la opción del nuevo Cónsul General del PRO en las tierras de centroamérica. 

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