“China no es un problema (para los constructores)”

“China no es un problema (para los constructores)”

Entrevista a Juan Chediack,presidente de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC)

El puntano Juan Chediack preside la Cámara Argentina de la Construcción desde diciembre último con un entusiasmo no minado por la víspera electoral ni los acuerdos con China, esos que para otros sectores del empresariado implican el riesgo de desplazar a la producción nacional. Venia a las políticas oficiales, empezando por el plan de viviendas con tasa subsidiada Procrear.

-¿El recambio presidencial puede hacer peligrar el último plan quinquenal oficial anunciado, de 900 mil millones de pesos para la obra pública?

- No sé si habrá continuidad. Pero ni la educación ni la infraestructura pueden ser variables de ajuste en ningún modelo.

- ¿Y cuál es el punto neurálgico del propio plan que la CAC está presentando a los candidatos?

- Un país para seguir creciendo al 5% anual necesita obra pública que crezca al 6%. Y un 3,5% es sólo mantenimiento. Las prioridades para asignar los fondos aún las estamos trabajando.

- ¿Sigue en pie la idea de desarrollar plan de viviendas con recursos previsionales, como planteó varias veces la CAC en sus master plan?

-  En el país hay un faltante de 2,5 millones de viviendas. Se generan 120 mil familias nuevas por año por crecimiento poblacional. Además, en los últimos nueve años se agregaron 1,8 millón de extranjeros, lo que implica 50 mil viviendas más por año. Todo eso hace un pack importante. El esfuerzo de la Nación, a través de Obras Públicas, es importantísimo: arriba de las 33 mil viviendas por año. Y ahora se sumó el Procrear, el primer sistema de subsidio a la demanda. Un sector importante se abastece así.

- ¿Qué perspectivas ven a la actividad en el 2015?

–En viviendas seguirá subiendo, como toda la actividad en general. El índice sintético dio un crecimiento del 7% en febrero…

- ¿Y qué podría pasar con el sector si hubiera una devaluación importante?…

- Eso es muy difícil de medir porque si bien el 95% de lo que consume la construcción se fabrica localmente, una devaluación haría subir los costos internos

- ¿Y con qué proyección de tipo de cambio están trabajando para el año próximo?

- Trabajamos todo en pesos. Un desarrollador trabaja en pesos y la obra pública también, Nuestro sector no está tan vinculado a una eventual devaluación. Eso no significa que no tendrá importantes consecuencias. Pero no se puede prever.

-  Aunque la construcción fue un sector privilegiado por la Nación en los últimos años, se sumó a la presentación judicial contra la ley de Abastecimiento. ¿Eso significa que hay un distanciamiento a la política oficial?

- De ninguna manera.

- ¿Y qué preocupa a los constructores de la ley de Abastecimiento?

- Todo depende de cómo se aplique. Incluso en el G6 (Grupo de los Seis) hay distintas posturas respecto a esa norma. Yo tendría la prudencia de ver cómo se aplica y qué intereses afecta.  Recién se acaba de reglamentar.

- ¿No tienen la fantasía de que puede avanzar sobre la propiedad privada?

- Puede ser. Todo depende de cómo se aplique.

- ¿Y cuál es la preocupación del G6?

- Por ahora sólo repasamos lo que a cada uno le toca a cada sector. A la UIA (Unión Industrial Argentina) preocupa el tipo de cambio, la Sociedad Rural tiene lo suyo…

- ¿Hay inversiones frenadas por la víspera electoral?

- No en nuestro sector, que hasta ahora invirtió muchísimo en tonelería y otros bienes para concretar proyectos.

- Los acuerdos con China son una preocupación o creen que las empresas nacionales tienen garantizada su participación en la infraestructura?

- Por ley el Gobierno garantizó una participación del 30% para las empresas nacionales. Pero, además de eso, están las otras cosas que cualquier obra financiada por China o por quien sea compra en argentina: la mano de obra es local, el cemento o la piedra se compra acá.

Por lo tanto, el porcentaje de participación argentina es mayor. Lo que los bancos extranjeros financian es la provisión de turbinas u otros equipos que no se fabrican acá o que, a lo sumo, que competirán con la producción de acá.

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