Kirchnerismo intentará hoy emitir el dictamen de Presupuesto 2014, la Emergencia y prórroga de impuestos.
De todo ese paquete hay un tema que desvela al Gobierno: el impuesto al cheque. La dificultad para aprobar la prórroga de su vigencia por dos años más está en el número necesario para aprobar cualquier ley que involucre un impuesto que contenga modificaciones en la asignación de la coparticipación.
Para estos casos la Constitución Nacional exige una mayoría calificada de 129 votos positivos en Diputados y 37 votos positivos en el Senado. Es decir, que no sólo se necesita reunir el quórum sino que una cantidad similar voten por el sí para que se considere aprobado.
¿Cuál es la diferencia, entonces, entre el impuesto al cheque y el resto de los tributos que vencen este año y deben renovarse?
El tributo sobre los débitos y créditos en cuentas bancarias nació en medio de la crisis económica que marcó el fin del Gobierno de Fernando De la Rua. Domingo Cavallo, recién asumido como su ministro de Economía, le hizo enviar al Congreso un proyecto de ley que le otorgaba al presidente superpoderes y al mismo tiempo creo el impuesto.
Se explicó, en ese momento, que las necesidades de caja ameritaban no coparticiparlo con las provincias, por lo que a pesar de las protestas el radicalismo logró aprobarlo destinando el 100 de la recaudación a la Nación. Más tarde ese porcentaje se flexibilizó, durante el Gobierno de Eduardo Duhalde, pasando a coparticiparse el 30 %.
Es decir, hoy la Nación se lleva mas del 80 % del impuesto al cheque y sobre ese punto es el que quiere discutir la oposición ahora, tal como lo hicieron entre 2009 y 2011, En esos años el Grupo A, con mayoría en Diputados y circunstancialmente en el Senado, planteó dentro del listado de leyes a votar la Coparticipación del impuesto al cheque.
El kirchnerismo no tendrá problemas para emitir los dictámenes en comisión. Quizá tampoco para aprobar el Presupuesto 2014 en el recinto y las prórrogas del resto de los impuestos. Pero cheque, por el número para la votación, y Emergencia, por las dudas hasta en algunos oficialistas, serán los principales problemas para el oficialismo. La oposición ya avanza pidiendo la coparticipación total del impuesto al cheque. Las provincias en público siguen alienadas con el Gobierno, pero por lo bajo alientan la pelea. De hecho se trata de una diferencia de $ 32,250 millones a repartir entre las sedientas provincias.
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