El Chaqueño Palavecino se “puso el Poncho” y se llevó una ovación

El Chaqueño Palavecino se “puso el Poncho” y se llevó una ovación

Los catamarqueños pudieron disfrutar una vez más de la presencia de Oscar “Chaqueño” Palavecino en el cierre de la sexta luna de la Fiesta Nacional e Internacional del Poncho 2015, donde sobresalieron también las actuaciones de la salteña Mariana Cayón y de Cololo Macedo, entre otros.

Como ya es una costumbre desde hace algunos años, el cantautor oriundo del Chaco salteño se presentó nuevamente en el escenario mayor Jorge "Negro” Herrera con una sólida propuesta que fue disfrutada por el público  que colmó las instalaciones del salón de espectáculos del Predio Ferial Catamarca.

Está claro que todo ronda en torno al salteño que supo ganarse el corazón de aquellos que en cada oportunidad acuden al Festival a verlo. En cierta forma, el Chaqueño representa al hombre de tierra adentro, la cuestión cotidiana del poncho y las tradiciones, una imagen que simboliza en buena medida a esta fiesta. De Pura Cepa, La Taleñita, Culpable y La Sin Corazón fueron los temas elegidos para abrir su show, lo que generó los primeros aplausos de los presentes, que luego se transformaron en ovación.

Una presentación que se extendió por casi una hora y media, permitió visualizar una sexta luna con otro color, acaso un poco diferente a las demás noches del festival. Esta vez, con un neto corte folclórico.

Promediando su actuación interpretó Catamarca Me Conoce, para cerrar con una batería de sus clásicos como Amor Salvaje, la Ley y La Trampa y Carnaval de La Rioja. Aplausos y fiesta completa.

En otro tramo de la noche, la aerofonista salteña Mariana Cayón dejó su sello con su particular repertorio de viento en el cual sobresalieron los ritmos del Altiplano, como El tren expreso y el Humahuaqueño. Un detalle a destacar fue la vestimenta que utilizó la música oriunda de Cafayate, diseñado y confeccionado a partir de un poncho catamarqueño. "Fue una emoción y un orgullo enorme haber dicho presente en este escenario tan importante y sentir, una vez más, el calor de un público que le hace sentir de una manera especial su cariño al artista. La verdad, nos llevamos un hermoso e imborrable recuerdo y ya estamos ansiosos de regresar en otra ocasión”, expresó Cayón en conferencia de prensa, al término de su show.

El cantautor local Cololo Macedo aportó su música, a través de una puesta en escena que le dio brillo a la noche. Con un renovado repertorio, difundió parte de su último CD y avanzó sobre ritmos nuevos como la saya Sol de los Andes. También cantó A Catamarca –versión de Diego Marioni-, Gato del Atuto, y Porque ha Cambiado la Vida. El permanente cariño del público quedó en claro en el extenso aplauso que le retribuyó al joven músico.

En lo que respecta a la danza, el Ballet Huellas Norteñas le brindó nuevamente un salto de calidad al festival, con una puesta en escena denominada La Muerte del Angelito, con cuarenta y cinco bailarines, bajo la dirección del profesor Héctor "Chichi” Berrondo. El cuadro argumental giró en torno a aquellas leyendas de rezabaile de tierra adentro, características de la región. Un acierto que aportó color, calor y un notable baile sobre tablas.

Más propuestas de calidad

 

La jornada del martes también contó con las presencias de los tucumanos de Las 4 Cuerdas, que por segundo año consecutivo se ganaron el aplauso de los catamarqueños; los sanjuaninos Labriegos que debutaron en el festival y se llevaron el afecto de los presentes con una  propuesta basada en composiciones cuyanas. A ellos, se sumaron Embrujo, Los de Saujíl, el siempre vigente Rolando Safe, Ángel Acosta, el humor de Mingo Aguirre, la delegación de Icaño, y los Chamameceros de San Pedro.

Por su parte, el artista santiagueño Peque Bonardi aportó al clima festivalero con canciones que motivaron al público bailar como La Catamarqueña e Identidad Santiagueña, entre otras; al igual que la joven Carla Romero, y el Ballet Argentina.

La Secretaría de Cultura le rindió homenaje, en esta ocasión, al reconocido guitarrista y maestro de varias generaciones Héctor del Valle Aparicio, por su constante aporte a la cultura local a través de más de cincuenta años de trayectoria musical. Concertista, profesor, autor, compositor y, sobre todo guitarrista de alma, Aparicio tiene una vasta y reconocida trayectoria en la música, tanto en escenarios del país y del exterior como desde la docencia. Cientos de catamarqueños aprendieron a tocar la guitarra con él en el Conservatorio Mario Zambonini y luego desde el Instituto Francisco Tárrega, que fundó en su casa de Villa Cubas.

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