Las inspecciones fueron ordenadas por la dirección de Inspección General, a cargo de Raúl Gallardo, y una de ellas arrojó un resultado positivo en el caso de la transgresión de la normativa municipal sobre la venta de bebidas alcohólicas.

En el citado local, se detectó que desde las barras de servicio se expendían bebidas con graduación alcohólica a menores de edad que habían ingresado pagando entrada. Por esta razón, los inspectores municipales decidieron cerrar el boliche y remitir todas las actuaciones del caso al Juzgado de Faltas para que se diriman las sanciones correspondientes.

Desde el municipio se recuerda a los propietarios de locales bailables que el ingreso de menores y la venta de bebidas alcohólicas son pasibles de medidas sancionatorias.