Cenzón, el hombre detrás del cambio de la basura en la Ciudad

En menos de un año, el ministro de Espacio Público de Macri le dio un giro al tratamiento de los residuos de los porteños.

En diciembre de 2012, Mauricio Macri le prometió a Daniel Scioli que en junio del 2014 la Ciudad enviaría a la provincia menos del 78 por ciento de los miles de toneladas de basura que envía todos los días, para acercarse a lo que exige la ley de Basura Cero.

 

Para cumplir con esa promesa, el jefe de gobierno porteño apeló a uno de sus hombres de mayor confianza, al que suele encargarle distintas “misiones imposibles”: Edgardo Cenzón.

 

Al inicio de la gestión macrista Cenzón tuvo que meter mano en la indomable dirección de compras y contrataciones, luego lo mandaron a destrabar las compras para equipar la Policía Metropolitana que venían enfrentando denuncias cruzadas, y cuando se suicidó el ex secretario de Comunicación, Gregorio Centurión, tuvo que hacerse cargo de la noche a la mañana del siempre complejo manejo de la pauta oficial.

 

Pero como el jefe de quería ver cambios rápidos en un área que concentra las quejas de los vecinos según reflejan las encuestas que encarga periódicamente su administración, lo mandó a Cenzón a resolver el tema de la basura.

 

Tan sólo 9 meses después de su designación en Espacio Público, Cenzón obtuvo hoy una distinción en Nueva York por su “Plan de Reducción de Residuos Sólidos Urbanos”. Se trata del Premio de Liderazgo Climático en un concurso internacional organizado por el C40 y la empresa Siemens que reconoce a las ciudades más comprometidas con la sostenibilidad ambiental del planeta.

 

La distinción fue recibida en Nueva York por Macri y Cenzon, y premia, entre otros ejes de la gestión, los avances en la separación de residuos en origen, la creación de puestos de trabajo para recuperadores urbanos, la contenerización de la ciudad, la apertura de plantas de tratamiento y la incorporación de nuevas tecnologías para el tratamiento de los residuos.

 

Los cambios

 

Todos esos cambios fueron introducidos por Macri y el ministro en sólo cuestión de meses.

 

El primer gran objetivo que tuvo que asumir Cenzón fue el engorroso proceso de licitación de la recolección de residuos, el contrato más grande de la historia de la Ciudad , de casi 30 mil millones de pesos. Gracias a ese proceso, el mes que viene Cenzón cambiará la totalidad de la flota de camiones que recolectan la basura en toda la Ciudad.

 

En abril de este año, Macri y el ministro pusieron en marcha el nuevo sistema de contenedores de basura soterrados en 12 de puntos del microcentro.

 

En tanto que también pusieron en funcionamiento 32 “Puntos Verdes” para que los vecinos acerquen sus materiales reciclables, una práctica por la que se recuperaron más de 33 toneladas de residuos. Los 32 Puntos Verdes se ubican en distintas plazas y parques, preparados para recibir materiales reciclables secos, como el plástico, cartón, papel, vidrio, metal, tetra-brik y telgopor.

 

Otra de las medidas para cumplir con el objetivo prometido a Scioli, es que la Ciudad tenga sus propias plantas de recuperación de residuos, que tienen un impacto ambiental mucho más favorable que el de los rellenos sanitarios de la Ceamse.

 

Es por eso que Cenzón apuró el lanzamiento de la licitación para construir dos plantas de Tratamiento Mecánico Biológico (MBT, por su sigla en inglés), con el objetivo de reducir la cantidad de residuos domiciliarios y al mismo tiempo recuperar plásticos, metales, vidrios, cartones y papeles para que luego ingresen al circuito de reciclado.

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