Central derrotó a Aldosivi y disfruta de un presente triunfal y de protagonista

Central derrotó a Aldosivi y disfruta de un presente triunfal y de protagonista

El canalla pisó fuerte en La Felíz y quedó a tres puntos del líder Boca. Los goles: Marco Ruben, Cervi y Niell. Ahora espera con mayor confianza a Vélez y luego el clásico ante Newell’s.

De más está decir que no acusó recibo por los contratiempos que debió lidiar para hacer base finalmente en esta ciudad. Central salió como un león hambriento en busca de su presa para saciar su apetito devorador de triunfo. Y lo consiguió a la vera de la costa atlántica con una victoria importantísima por 3 a 1 sobre Aldosivi. No sólo debido a que prolonga lo hecho en Copa Argentina y a que le pisa los talones al líder boca, sino porque le permitirá encarar lo que vendrá a corto plazo con otro ímpetu. Vélez será el próximo rival, pero luego será momento de visitar a Newell’s. Y ahí la historia y el sentimiento ocupan un rol preponderante en cada uno de estos protagonistas que siguen haciendo de la suyas en el pelotón de arriba. Se movió sigiloso en el universo del Tiburón. Comenzó a observar los movimientos sin prisa. Transitaba como afilando sus sentidos para dar el zarpazo. Cómo habrá sido el deseo canalla por pisar ancho en La Feliz que a los 3’ Lamberti le cometió penal a Musto a la salida de un córner que había sido provocado de manera intelectual por el Chelito Delgado. Marco Ruben se encargó de sellar la apertura del marcador con un derechazo sutil a la izquierda de Campodónico. No en vano es el único amo y señor de los goleadores. Cuando el pasaje ofrecía al dueño de casa haciendo gala de la posesión de la pelota llegó la joya de la nochecita. O de la 16ª fecha, por qué no. Musto guapeó y ganó la bocha cerca del área grande y asistió a Cervi, quien la bajó con el pecho y le entró de lleno con su fino botín izquierdo para dejar a la masa como una columna de estalagmita. Golazo. Herido en el orgullo, como con vergüenza, Aldosivi fue con guapeza a ver si podía inquietar a Caranta. No pudo, pese a que el debutante y hasta ahora único refuerzo, Javier Pinola, cometió un claro penal que el juez de la causa Patricio Loustau obvió de manera inexplicable cuando el defensor metió un bloqueo como si estuviera jugando al voley.

El conjunto canalla pareció comprender entonces que no se podía dormir en los laureles. No estaba en Vietman, pero tampoco en el majestuoso mundo de Disney. De inmediato volvió a hacer pie en la blanda cancha como consecuencia de la lluvia del día anterior y volvió a encauzarse. Con algunos tintes dudosos por cierto. Pero le bastó para irse al descanso sabiendo que no tenía enfrente un rival de peso. Y si no se fue con el 3-0 en el bolsillo fue porque Aguirre no tuvo oficio de goleador para terminar la acción que armaron Ruben y el Chelito.

Se percibía que el Tiburón estaba desgarrado en sus fibras íntimas. Encima, el clima en las tribunas no lo ayudaba. Eso hizo que saliera a los ponchazos a jugar lo que quedaba. Por momentos intentó mostrarse, pero lo hizo sin claridad ni idea. Eso que los auriazules bajaron un cambio. Por más que Vildozo haya descontado de penal en tiempo adicional, lo cierto es que  Central lo remató inmediato con una contra fulminante entre Aguirre y Niell, quien definió cruzado.

El paso por esta ciudad sirvió para ratificar que Central continúa por la senda correcta. Lo hace con bajo perfil, pero dejando claro en cada oportunidad que tiene puesta la mochila de la responsabilidad y protagonismo. El presente así lo certifica. Ahora espera con mayor confianza a Vélez, y a Newell’s.

Comentá la nota