Esto es lo que sucederá en el transcurso de poco más de un año, cuando la empresa eléctrica neuquina termine con el recambio de unos 12.000 medidores de nueva tecnología, que le permitirá a la compañía monitorear los consumos, las fallas y los posibles fraudes de algunos usuarios.

El recambio comenzó hace tres semanas y los técnicos ya se encontraron con algunos problemas habituales, según se informó desde la empresa eléctrica. El primero que conectaron fue en una casa que estaba “sin medidor” y con la energía directa desde el pilar.  Algunos vecinos, antes de que pasen los empleados a tomar las mediciones de los consumos, invierten la polaridad de los medidores para abonar menos energía a fin de mes.

Los casos no son exclusivos de los barrios, tomas o de las personas más vulnerables, sino que ya fue costumbre hallar este tipo de fraudes en casas, en barrios más acomodados. Pero con el sistema de monitoreo el EPEN podrá saber lo que sucede en tiempo real.

“Si alguien quiere intervenir en el medidor o si lo rompe, hay una alarma que se enciende en la central y lo podremos comprobar. Por suerte, este tipo de eventos no son tan habituales y la idea es que la ciudad tenga un recambio completo de acá a dos años”, informó a LM Neuquén Carlos Aguilar, presidente del EPEN.

El funcionario explicó que la ciudad ya tiene medidores relativamente nuevos y que los casos de fraudes han disminuido por el control del personal. Sin embargo, no son pocos los casos de vecinos que generan altos consumos, a nivel industrial, y que están encuadrados en el rango de consumos domiciliarios.

Los medidores fueron comprados el año pasado en España a la empresa Circutor, con una inversión de 16 millones de pesos por parte del Ministerio de Energía de la provincia, que incluye la capacitación de los empleados en el manejo.

Seis años en el interior

Se espera que en 2016 estén colocados todos los sistemas y que los consumos puedan estar monitoreados desde la Estación Transformadora Centenario, ubicada al pie de la meseta de esta ciudad.

En el resto de la provincia, tanto en localidades del interior como en los parajes, el recambio del sistema analógico al de supervisión remota tardará al menos cinco años más, según informó Aguilar .